Zuroff dijo que cree que Heim se ha mantenido en movimiento durante los últimos años y consideró su captura como premio de los últimos fugitivos nazis. Incluso admitió que en agosto pensó que había localizado a Heim en Chile, pero sólo fue una falsa alarma.
“Él es el criminal de guerra más importante probablemente con vida. Asesinó (...), torturó a cientos de reclusos, utilizó partes de los cuerpos como experimento. En ese caso, se podría decir que es un símbolo de la perversión de la ciencia y la medicina nazi”, aseguró Zuroff.
Supervivientes del Holocausto recuerdan a Heim disfrutando ver el temor a la muerte en los ojos de sus víctimas. Después de administrar inyecciones letales, cronometraba el tiempo que restaba. A la edad de 93 años, el tiempo de atrapar a Heim se está agotando.
“Nuestro temor es que uno de los peores criminales del Holocausto, alguien que personalmente asesinó cientos de inocentes, pueda eludir a la justicia”, aseguró Zuroff. “Esto es algo que sólo alentará el genocidio futuro y los asesinatos en masa, algo que nos parece como una parodia de la justicia”, agregó.