“No queremos quedarnos en Gaza, y deseamos salir tan rápido como se pueda”, declaró el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, tras reunirse con líderes europeos en Jerusalén.
Los soldados y tanques israelíes comenzaron desde el amanecer el regreso hacia el otro lado de la frontera gazací y el Ejército confirmó posteriormente que había iniciado el repliegue tras una guerra en la que han muerto diez soldados y tres civiles israelíes, además de los 1.300 palestinos.
De acuerdo a la Oficina de Estadísticas Palestina, unos 4.000 edificios residenciales fueron reducidos a escombros durante el conflicto. Diplomáticos occidentales han dicho que la reparación de la infraestructura dañada en Gaza podría costar al menos 1.600 millones de dólares (casi 1.200 millones de euros).
Los representantes de Hamás, que acudieron a El Cairo para negociar con Egipto en busca de resolver el conflicto, exigieron la apertura de los cruces fronterizos de Gaza para el ingreso de “todos los materiales, alimentos y bienes”. El grupo islamista había dicho anteriormente que no detendría sus asaltos mientras los soldados israelíes continúen desplegados en la Franja de Gaza.
Apenas unas pocas horas antes del anuncio de Hamás, los milicianos palestinos de la Franja de Gaza lanzaron unos 17 cohetes contra el sur de Israel, desafiando el cese del fuego unilateral declarado por el Estado judío. Israel respondió con dos incursiones aéreas en contra de plataformas de lanzamiento de proyectiles, muriendo en el ataque un civil palestino.
Además, al menos tres proyectiles alcanzaron el sur de Israel después de que Hamás anunciase el cese a las hostilidades, según informó la policía israelí.
Pese a esas violaciones, Estados Unidos ha recibido con beneplácito el alto al fuego y la ONU ha expresado su alivio. “La meta sigue siendo un cese al fuego duradero que se respete completamente y que llevará a la estabilización y normalización de Gaza”, expresó la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice.
Por último, una portavoz del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que el futuro presidente está contento por la tregua y que se referiría más al tema tras tomar posesión mañana.