La nueva oleada de contagios de coronavirus continúa golpeando a La Rioja. Si bien no está afectando por el momento a la situación en los hospitales, el sistema vuelve a estar tensionado. A ello hay que sumar la necesidad de acelerar en lo posible la campaña de vacunación y las dificultades para garantizar la atención en muchos puntos de nuestra comunidad y de otras regiones por la escasez de medios humanos, principalmente.
Con todos estos frentes abiertos, la consejera de Salud y portavoz del Gobierno de La Rioja, Sara Alba, ha tenido que lidiar en las últimas semanas críticas a su departamento por el plan de atención continuada (que ha tenido que modificar casi a la vez de su nacimiento a raíz de las protestas de municipios, sindicatos y otros colectivos).
Y también capear los insistentes rumores sobre la división en el seno de su equipo (zanjada al menos de forma pública con una comparecencia ante los medios hace una semana) y sobre el enfriamiento en su conexión con la Presidencia del Gobierno. De todo ello ha querido hablar con Rioja2 en esta entrevista.
- La incidencia continúa en aumento en La Rioja, con incrementos especialmente preocupantes en Logroño pero también en otros municipios. ¿Cómo prevé que evolucione la curva en los próximos días?
- Nosotros confiamos profundamente en la importante campaña de vacunación, el ritmo al que va, la magnífica aceptación de la ciudadanía y cómo está teniendo un impacto estupendo en la población. Solo hay que ver cómo va cambiando el corte de edad de los nuevos contagios para confirmar que los otros grupos etarios están bien protegidos. Lo digo por ver el lado bueno de las cosas, que siempre nos da luz para seguir avanzando.
Estamos en subida, probablemente en próximos días habrá que mesetar este incremento y luego tumbar ese dato. Ya se sabe que subimos muy rápido, pero bajar lo hacemos mucho más lento.
- Varias comunidades han adoptado nuevas medidas restrictivas, incluidos toques de queda. ¿Eso está sobre la mesa en La Rioja ahora mismo?
- Nosotros nos dotamos de un Plan de Medidas según Indicadores, que está en vigor y se revisa semanalmente en Consejo de Gobierno con un informe detalladísimo que emite Salud Pública y estamos en nivel 2 porque nos lo permite la situación. En estos momentos entendemos que no es necesaria ninguna medida más. Si no, lo hubiéramos hecho. Pero que no lo sea ahora no significa que si la situación se complica adoptemos las medidas necesarias para el control de la pandemia, como hemos hecho siempre. Revisamos diariamente la evolución de los nuevos positivos, del sistema de rastreo, y el miércoles que viene veremos dónde estamos y se emitirá un nuevo informe.
- Esta nueva ola se está sustanciando en brotes entre los jóvenes. ¿Está fallando algo con este grupo o cómo se pueden abordar estos contagios juveniles en numerosos municipios?
- Y en todo el territorio estatal, porque uno ve el litoral y dice, madre mía, qué está pasando aquí. A modo de reflexión diría que la población joven ha tenido un comportamiento excelente en el ámbito académico. Son los mismos jóvenes que lo han hecho magníficamente bien y que además saben cómo hacerlo bien. La comunidad educativa ha hecho un trabajo impecable, hemos tenido incidencias apenas sin extensión, bien controladas.
Yo hago un llamamiento a los jóvenes a que lo sigan haciendo igual de bien que antes. ¿Se puede salir con los amigos? Sí. ¿Se puede disfrutar? Sí. ¿Se puede estar al aire libre? Sí. Pero hagamos todo eso, hasta que estemos definitivamente vacunados, en entornos de seguridad. Yo insisto, son los mismos jóvenes que lo han hecho muy bien.
Esta próxima semana comenzamos con menores de 29 años en la estrategia de vacunación e incorporamos además simultáneamente la fórmula de la autocita, cuyos detalles presentaremos la semana próxima, para que otros grupos vayan entrando diseminadamente en la campaña. Si esto lo aceleramos al máximo eso tendrá también un importante impacto en el control de la pandemia en este grupo de edad.
- Sin embargo, hasta que pueda verse ese efecto de la vacunación va a pasar un mes fácilmente. ¿Les preocupa ese mes, si seguimos subiendo a este ritmo?
- Claro, nos preocupa todo. Tenemos que controlar esta situación. El Gobierno tiene que hacer lo que tiene que hacer, el ciudadano tiene que hacer lo que tiene que hacer y los padres y las familias también. La clave del éxito es que todos nos alineemos y coincidamos en hacerlo bien juntos, es la fórmula magistral para que la cosa funcione.
El Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer, que es poner las máximas vacunas en el tiempo mínimo. Nosotros apostamos potentemente por una vacunación por grupo etario: había que proteger primero al más frágil y esto ha funcionado: las residencias de mayores tienen unos magníficos datos que hace un año no teníamos, el personal sanitario que ha sido ejemplar, los colectivos esenciales...
España ha sido un ejemplo de vacunación, nos hemos acercado a la campaña como si fuese un regalo que nos permitiese recuperar nuestra vida y también hacer un importante esfuerzo en la recuperación económica, social y sanitaria, que van de la mano. Vamos a confiar en que esto tenga buen camino.
- Ha dicho que el Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer. ¿También la ciudadanía o se ha rebajado un poco ese nivel de colaboración en rastreos, etc.?
- Se habla mucho de cansancio, de fatiga pandémica. Y yo creo que hay que hablar más del esfuerzo. Hay que hacerlo bien hasta el final. Siempre lo he dicho, no hay que hacerlo bien hoy, sino todos los días. Los ciudadanos tenemos que comprender que tenemos que hacerlo bien todos los días, porque el virus lo hace muy bien todas las horas.
No podemos relajarnos, la pandemia no ha terminado, el virus sigue con nosotros. Yo entiendo las ganas de verano, ¿Cómo no las voy a entender, si yo también las tengo? Y de descansar y de hacer otras cosas... Pero hagámoslo con responsabilidad.
Vacunación y presión asistencial
- Como comentaba, La Rioja ha sido una de las comunidades que más estrictamente ha seguido el criterio etario en la vacunación frente a otros territorios que han abierto grupos simultáneamente, pero no han llegado a poner dos dosis a muchas personas. ¿Cree que la estrategia riojana ha sido un éxito?
- Creemos firmemente que era el camino. Nosotros siempre nos hemos pegado a la estrategia nacional y en la medida en que eso también nos permitía ver qué impacto tenía luego en nuevos contagios, hospitalizaciones, camas UCI y número de personas fallecidas. Es verdad que otros países han optado por otras estrategias.
Estamos investigando, tomando decisiones en tiempo real, y al final veremos cuál ha sido la mejor o la más efectiva en función del territorio, de la pirámide de población, de la aceptación de la ciudadanía...
- Ha avanzado al implantación de la autocita. ¿Finalmente qué grupos de edad va a abarcar?
- El doctor Pello Latasa lo anunciará a principios de la próxima semana con todos los detalles sobre quién puede hacerlo, cuál es el procedimiento... La Comisión de Salud Pública y el Comité de Vacunación también están todavía determinando, para unos grupos de edad, qué vacuna hay que suministrar y esa información es determinante para poder abrir esos nuevos grupos etarios.
- ¿Y arrancarán de forma inmediata las citas?
- Vamos a hacer una prueba piloto para comprobar que todo funciona bien, pero sí, de forma inmediata.
- Muchos ciudadanos se han quejado de no poder contactar con el teléfono Salud Responde o tener que insistir mucho. ¿Se prevé reforzar el servicio?
- Nosotros vemos todos los días el número de llamadas entrantes, cuántas quedan en espera... No es que Salud no esté atenta, hay más de 80 personas atendiendo las líneas telefónicas. También es cierto que se ha producido un pico de contagios y ha conllevado más llamadas. Claro que lo vamos a reforzar, hemos dado las indicaciones para que así sea.
También es verdad que ha habido un volumen importante de personas que no asistieron a su cita de vacunación del 9 al 13 de junio, casi 4.000 personas, y eso ha habido que recitarlo. Y no es un número menor. Esas incidencias hacen que a veces el servicio no fluya.
- ¿Ya se ha repescado a esas 4.000 personas?
- Sí; no todas, pero mayoritariamente.
- Con respecto a la situación asistencial, ¿se prevé un incremento de la presión hospitalaria como ha sucedido en otras comunidades? ¿Cómo está la Atención Primaria?
- Nuestros datos de UCI nada tienen que ver con los de hace unos meses, los de camas de hospital también. Pero eso no significa que el sistema no esté tensionado. La Atención Primaria tiene que atender todos estos nuevos casos y luego está Salud Pública, de la que a veces no hablamos mucho pese a su importantísimo trabajo. Es responsable de la campaña de vacunación y de todo el control epidemiológico, que no es menor. Un volumen de trabajo que soporta magníficamente bien.
Claro, como venimos de un escenario en el que las UCI estaban como estaban y las plantas también, parece que ya estamos mejor. Pero no, no lo estamos, con la presión en estos niveles en atención primaria y salud pública. Es muy buena noticia que no estén en los hospitales, pero no es la mejor noticia, que sería que no hubiera presión en la totalidad del sistema. Esto es lo que nos queda por hacer.
- ¿Pero se espera que pueda trasladarse esa presión a los hospitales en las próximas semanas o de momento no hay datos que así lo indiquen?
- De momento no hay datos que indiquen eso, pero no sabemos cómo se va a comportar. El otro día, una buena compañera consejera de Salud de una comunidad próxima contaba que tenía un chico con 17 años en la UCI que cumplió 18 metido en un respirador. Cuando estas cosas suceden en otro sitio, puede que sucedan aquí.
Los jóvenes tienen otra percepción del riesgo y de tener toda la vida por delante, un cuerpo por estrenar y una salud de hierro, pero no todos están en ese escenario y me pareció estremecedor cuando contó que había cumplido su mayoría de edad en una cama de intensivos. ¡Qué duro!
El Plan de atención continuada
- Dejando a un lado la pandemia, la planificación estratégica de la Consejería ha suscitado el rechazo frontal de muchos sectores y municipios. Esta semana han mantenido nuevas reuniones con los agentes implicados, ¿cómo han ido y cómo se ha recibido este, según las palabras de algunos de ellos, cambio de actitud de la Consejería?
- Yo no diría que ha sido un cambio de actitud, ha habido escucha muy activa. Solo hay que revisar la agenda de la Consejería y el número de veces que nos hemos reunido con colectivos, que se han convocado los consejos riojanos de salud... Más que nunca, y lo hemos hecho en plena pandemia. Para nosotros las reuniones de este jueves fueron magníficas, muy bien representadas y con muy buena aceptación del plan de trabajo que se propuso.
Creo firmemente en que hay que bajar cierto nivel de tensión para que la conversación y el diálogo vuelvan a escenarios de mayor tranquilidad. Para llegar a acuerdos, para tomar decisiones, que nos quedan muchas decisiones complicadas por adoptar, y además algunas que no van a ser del gusto de todos los agentes implicados. Teniendo en cuenta que hemos de atender a los ciudadanos, cuidar a los profesionales, prestar el servicio, hacerlo en el ámbito rural, diseminado o no, en el urbano, y además los alcaldes, que también tienen un papel muy importante en este escenario.
En este contexto, no todo el mundo a veces quiere lo mismo o lo quiere de la misma manera. Y además, en un momento de escasez, no presupuestaria, porque la Consejería cuenta con el mayor presupuesto de su historia, pero sí de los recursos más valiosos, que además estamos todas las comunidades buscando lo mismo, en plena carrera por contratar a personal sanitario cualificado.
En ese contexto de dificultad, creo sinceramente que bajar ese diapasón de la tensión, volver a la calma en una escucha activa y un diálogo es lo que nos va a permitir tomar las mejores decisiones. Cuanto más consenso y acuerdo haya, las decisiones dificilísimas que tenemos todavía que tomar se tomarán en mejor clima.
- ¿Se plantearon en mal momento por parte de la Consejería de Salud estos cambios?
- Salvador Illa hablaba de lo fácil que era acertar la quiniela el lunes (ríe). ¿Qué es pronto y tarde en pandemia? El factor tiempo en pandemia tiene un valor diferente o al menos en la Consejería de Salud ha cambiado. Nosotros creemos que cuando hay un problema hay que tomar una decisión y dar una solución.
Y eso es lo que hicimos. Teníamos un importante problema y creíamos que era muy bueno el modelo, la propuesta y además contarlo todo, ser transparentes sobre la cruda realidad de lo que nos está pasando, sin paños calientes. No nos hemos caracterizado en Salud por usar paños calientes nunca, desde que llegamos.
Si fue acertado o no, el tiempo lo dirá. Yo sigo pensando que el plan tiene mucha sustancia que hay que recuperar porque va a venir a ayudarnos y vamos a hacer este ejercicio de contarlo y de explicarlo con todo detalle para que la ciudadanía, los colectivos, los colegios profesionales..., lo comprendan y ayuden a encontrar la solución.
- ¿Qué recorrido van a llevar después de estas reuniones?
- Ayer jueves nos sentamos, en un primer momento, con asociaciones de personas enfermas, plataforma, marea y otros colectivos y sindicatos, y en una segunda reunión, con colegios profesionales del sector. Se les ha dado el borrador y nos hemos fijado unos quince días para enviar propuestas. Sé que esto requiere tiempo de estudio pero creo que todos los agentes invitados tienen claro qué hay que hacer, con lo cual esto está muy reflexionado y consiste en incorporarlo hasta donde se pueda al nuevo modelo.
El equipo del SERIS dará su respuesta y también informará sobre cuáles entran en conflicto entre ellas. Es un trabajo colaborativo y a ello hay que sumarle que la Consejería editará el nuevo Plan de Salud de La Rioja para los próximos años. Uno dice qué modelo queremos y el otro, cómo vamos a conseguirlo. Por ello han de ir de la mano.
Llega el momento de las importancias: que ambos documentos nos permitan tener un marco conceptual para que La Rioja tenga una sanidad pública, moderna, del siglo XXI, que recoja las necesidades de los ciudadanos del siglo XXI y que nos permita, con esos mimbres, hacer el cesto, para que dé cobertura a ese sistema público de salud.
Esto va de la mano con que los ciudadanos aprendamos a usar nuestro sistema sanitario de la manera más racional y efectiva posible.
- ¿De forma presencial? ¿Se va a recuperar esa presencialidad previa a la pandemia o lo que ha venido ha venido para quedarse?
La presencialidad no se abandonó nunca, ha estado siempre. Sí es cierto que ha habido determinadas estrategias que eran imprescindibles para evitar situaciones de máximo riesgo como las que tuvimos en los momentos más duros. También es cierto que la pandemia ha traído muchos métodos. Hay acciones que, revisando nuestros cuadernos originales decíamos, “vamos a poner en marcha este servicio. ¡Va a ser una revolución!”. Pues vino la pandemia y de revolución nada, era absolutamente necesario para ganar en rapidez, en atención... Como el trabajo telefónico, los triajes... Tenemos que repensar el papel de la enfermería, con una enfermería más proactiva... Todo esto hay que recomponerlo.
Y desde luego que el ciudadano quiere sentarse y mirar a los ojos a su médica o médico y que le toque su enfermera o enfermero. Los ciudadanos si me paran, de las muchas cosas que me piden, esta es una.
Unidad del equipo
- Se había dado marcha atrás por parte del Gobierno de La Rioja a muchas de las decisiones adoptadas en el plan de atención continuada. ¿Se va a mantener esa situación o habrá cambios este verano?
Bueno... Nosotros hemos apostado por pensar y repensar. La gerencia de Atención Primaria, con la doctora Guerrero a la cabeza, el doctor Crespo y Enfermería, Noemí Mararuri y su magnífico equipo, que está haciendo una campaña de vacunación increíble, tienen indicaciones para ir atendiendo y resolviendo cada una de las incidencias que se van a ir planteando.
Pero que pasemos el verano no significa que hayamos resuelto el conflicto. En Salud no nos hacemos trampas al solitario, decimos las cosas como son, lo que hay... Estamos trabajando muy potentemente en resolver el déficit tan duro que nos encontramos en primaria.
- Ha aludido en todo momento a esa unidad del equipo. ¿Alcanza a los niveles superiores? ¿Cómo es la relación con Alberto Lafuente? Se ha hablado mucho de que esto era una lucha de poder entre ustedes dos...
- En Salud no estamos para tonterías, no hay una lucha de poder. La consejera soy yo, Alberto es el gerente del SERIS. Yo lo traje aquí, yo lo nombré, hemos trabajado mano a mano y codo a codo en momentos durísimos en los que hemos estado siempre juntos y yo sinceramente creo que los trabajos son lo suficientemente evidentes como para no hacer caso a comentarios de pasillo o ruidos de patio.
- ¿No esperamos por tanto cambios por parte de ninguno de los dos?
- No.
- ¿También se puede decir que va de la mano con Presidencia del Gobierno a día de hoy?
- He de decir que cuento con todo el respaldo de la presidenta. Ella me invitó a acompañarla en este estupendo proyecto de hacer de La Rioja un territorio moderno, solidario, justo, de reactivar la economía... Esta comunidad merecía un golpe de frescura, de actividad y de justicia social, que es el contrato que firmamos con los riojanos y a lo que hemos venido.
Esta Consejería ha ido cumpliendo uno a uno todos sus compromisos políticos. Todos. Hemos internalizado en plena pandemia la cirugía cardiaca y llevamos ya ocho operaciones, algo impensable hace unos meses; hemos internalizado Radiología, que nunca tuvo que salir del sistema público y ya está dentro; hemos devuelto al sistema la operación de cataratas; hemos abierto unas urgencias pediátricas, hemos activado un sistema para que pueda haber una infraestructura de camas UCI que, cuando llegamos, no cumplimos ni la media nacional.
La Consejería de Salud no ha estado ni parada ni brazo sobre brazo y, además de cumplir fielmente con el compromiso político, ha controlado una durísima pandemia. Y esta consejera ha estado siempre apoyada y respaldada por la presidenta.
Nos ha acompañado en los momentos ms difíciles, en las decisiones más duras... Siempre ha estado al lado, siempre hemos ido de la mano. Antes y ahora. Y además, la propia presidenta me pidió hace apenas un año que aceptara la responsabilidad de la Portavocía del Gobierno. Yo humildemente acepté y hemos gestionado la pandemia, cambiado el modelo sanitario y dado voz al Gobierno. Creo que el compromiso está ahí.