El presidente francés, Nicolás Sarkozy, insistió hoy durante la campaña para las elecciones presidenciales que en el caso de que ganen los socialistas y su candidato, François Hollande, su país acabará rápidamente en la misma situación en que se encuentran España y Grecia.
“A nuestros compatriotas que apuestan por la izquierda, les quiero decir que tendrán Grecia y España. Ese es el resultado que se puede esperar”, afirmó Sarkozy en un mitin en Saint Raphael, en la Costa Azul.
Para justificarlo, señaló que después de la victoria en las presidenciales de 1981 de François Mitterrand “en dos años, los socialistas vaciaron todas las cajas”.
Y después de hacerlo -añadió el líder conservador- Mitterrand cambió totalmente su política respecto a lo que había prometido en su programa dos años antes.
Pero advirtió que eso pudo ocurrir en los años 1980, “en otro mundo y ahora estamos en 2012, y en 2012 no harán falta dos años sino dos días para que lleven a nuestro país a una gigantesca crisis de confianza”, y los ejemplos que puso fue los de Grecia y España.
Poco antes del mitin de Sarkozy, Hollande le había recriminado las declaraciones de los últimos días en que incidía en la gravedad de la situación española, por considerarlas una falta de respeto hacia ese país.
“Eso no se hace cuando se es jefe del Estado. Como candidato, yo tengo respeto”, señaló a la prensa durante un desplazamiento electoral a Trappes, en la periferia de París el líder socialista, que habló de “malos modales” e ironizó sobre el “buen ejemplo de solidaridad europea que da una vez más el candidato saliente”.
El presidente francés había advertido ayer en una entrevista en la radio de que ante el “florilegio de gastos” no financiados que a su juicio contiene el programa de Hollande, los franceses no quieren “estar en la situación de Grecia, en la situación de España”.
El jueves, en una conferencia de prensa para explicar su programa, el líder conservador ya había comentado que “no hay un francés que desee la situación que han tenido los griegos y que ahora tiene España”, caracterizada por “la incapacidad de cumplir con los compromisos” y “la crisis de confianza”