El debate sobre el programa nuclear iraní sigue presente en la comunidad internacional. En esta ocasión, ha sido el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien ha dado un paso más al señalar que Irán y sus dirigentes están “entre la espada y la pared”, ya que tendrán que enfrentarse a las consecuencias si no colaboran con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), después de que el mes pasado diera al país árabe un plazo tope hasta diciembre para aclarar su programa nuclear.
“Sería una buena noticia saber que accederán a la inspección internacional sobre sus actividades nucleares. De lo contrario, deberían asumir las consecuencias. Y en ese sentido felicito al presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, por sus declaraciones al respecto”, ha declarado el mandatario galo en referencia a la postura adoptada por el presidente ruso, quien abrió la puerta a posibles sanciones contra Teherán si no colabora sobre su polémico programa nuclear.
Además de la cuestión nuclear iraní, el presidente francés habló en una entrevista al diario Le Figaro del Tratado de Lisboa, del deterioro actual del clima político así como de su posible candidatura a la Presidencia en 2012 y de la situación económica actual en el país.
Preguntado por la posibilidad de que el ex 'premier' británico, Tony Blair ocupe la presidencia de la Unión Europea si se ratifica el Tratado de Lisboa, el presidente francés se apresuró a decir que era demasiado pronto para hablar de ello aunque sí resaltó la necesidad de que el que ocupe el cargo debe encargarse de mantener una Europa unida y fuerte.
“Va a haber un debate, y estamos en presencia de dos tesis, ¿es necesario un presidente carismático o un presidente que facilite la búsqueda de consenso y que sepa organizar el trabajo? Personalmente, creo en una Europa fuerte y unida, pero el hecho de que Reino Unido no esté en el euro sigue siendo un problema”, aclaró.
Por otro lado, Sarkozy negó que la política esté pasando por un clima de deterioro e invitó a los periodistas a comparar la situación actual con tiempos pasados. Para ello echó la vista atrás y recordó “épocas inestables” como la reelección de Charles De Gaulle como presidente francés en 1967 e incluso el triunfo de Jacques Chirac en 1995.
“Diré que no hay que confundir el clima mediático a menudo politizado, con la realidad de la sociedad francesa
que espera que el gobierno aporte soluciones concretas a los problemas de Francia, que son: el desempleo, la falta de seguridad, la educación y el aumento del poder adquisitivo“, aseguró Sarkozy.
En cuanto a la posibilidad de presentarse a una segunda elección, el actual mandatario ha señalado que eso se verá un año antes de que se celebren los comicios presidenciales de 2012 y que por ahora se está centrando en hacer de sus cinco años de mandato un “período útil” para Francia.
“Estoy rodeado de un buen equipo en el gobierno y por eso no temo enfrentarme con todas mis fuerzas a las adversidades
. Quiero una Francia moderna, competitiva, justa, con la mirada puesta en el siglo XXI, por lo que no puedo responderte todavía si me presentaré o no [como candidato]. Y créeme que te estoy dando una respuesta sincera“, aclaró.
Respecto a la situación económica del país, Sarkozy precisó que de todas las naciones industrializadas, Francia es la que menos sufrirá las consecuencias de la crisis mundial y aplaudió que las medidas adoptadas por el gobierno que están haciendo que ya se vislumbren signos de recuperación económica.
Sarkozy habló también de la situación en Afganistán, como hizo previamente en una entrevista al diario 'Liberation', donde aseguró que Francia no enviará “ni un soldado más” a la guerra, y de otros temas como la educación o caso Clearstream, en el que está imputado el ex primer ministro Dominique de Villepin, por intentar implicar en un asunto de cuentas secretas en el banco luxemburgués Clearstream a Sarkozy, éste reconoció haber cometido el error de haber hablado de “culpables” y consideró que “lo mejor es confiar en la Justicia y abstenerse de todo comentario”.