El Partido Laborista de la primera ministra australiana Julia Gillard podría conseguir una ajustada victoria en las elecciones legislativas que se celebran en Australia, con una ventaja de entre un 2 a un 4 por ciento sobre la oposición conservadora liderada por Tony Abbott, según sondeos a pie de urna de dos cadenas.
Un sondeo a boca de urna de Sky News mostró que los laboristas tenían un 51 por ciento de los votos, mientras que la oposición recibía un 49 por ciento, basándose en una consulta de dos partidos, mientras que otro de la cadena Nine Network indicó un resultado de 52 a 48. “El sondeo da una leve victoria a los Laboristas (...)”, dijo John Armitage, de Auspoll, quien no descartó sin embargo un vuelco electoral, dado el pequeño margen.
No sólo está en juego el futuro político de Gillard y Abbott, sino también los planes de los laboristas para aplicar un impuesto del 30 por ciento a los beneficios de las empresas mineras y para crear una red de banda ancha con un coste de 38.000 millones de dólares.
La jornada se ha visto empañada por la muerte de dos soldados en un atentado en Afganistán. La política exterior y de defensa será una de las cuestiones que deberá tratar la próxima presidencia australiana. También está en el punto de mira el aumento de la población y la política migratoria: tanto laboristas como conservadores se han comprometido a recortar el número de inmigrantes acogidos en el país y a reforzar la frontera marítima para impedir la llegada de demandantes de asilo.