El colegio ya ha empezado. Y una pregunta que surge cada comienzo de curso, ¿se debe separar a los hermanos gemelos? Respuestas hay para todos los gustos. Sin embargo la psicóloga infantil y colaborada de este medio, Laura Perales lo tiene claro. “Por supuesto que no”. Es más, para esta profesional, “ni los gemelos ni los hermanos ni los amigos”, apunta. Esto, explica, se está convirtiendo en práctica habitual en las escuelas sin ningún fundamento. Y lo triste es que no sólo es que no tenga ninguna base y su objetivo solo sea la comodidad de los adultos, sino que es perjudicial para los niños.
Laura Perales explica que, “para un niño, sobre todo si es pequeño, es esencial contar con figuras que le aporten seguridad, mucho más en un ambiente que a veces llega a ser hostil”. Digo hostil, matiza, “porque nos estamos saltando las verdaderas necesidades del niño (emocionales, de apego, de aprendizaje real mediante el juego, el placer y la experimentación, etc) en pro de supuestos beneficios intelectuales que tampoco son tales (¿alguno de nosotros aprobaría ahora un examen de primaria o secundaria?)”.
De hecho, según esta experta, “el verdadero aprendizaje tiene que ver con el placer y la emoción, esto es lo que nos dice la neurociencia. Si aislamos a los niños y les privamos de sus compañeros más queridos, no les estamos ayudando”.
Pese a todo, hay muchos colegios, también en La Rioja, que sí optan por separar a los gemelos. ¿Cuál es el motivo? Laura Perales apunta dos motivos. Uno que no se dice, explica, y que forma parte del inconsciente colectivo en nuestra sociedad. “Las relaciones de poder enfermizas, según las cuales el niño tiene que ver en todos los ámbitos que está supeditado a los deseos del adulto y que debe mostrar sumisión”.
Y otro que se dice explícitamente, pero que es erróneo y esconde otra motivación, sentencia. “Para que no se distraigan ni alboroten. Es decir, para que todo sea más cómodo para el adulto, pasando por encima de las necesidades de los niños. Y desde la más absoluta ignorancia respecto a procesos de desarrollo cerebral y aprendizaje”
Y desde la más absoluta ignorancia respecto a procesos de desarrollo cerebral y aprendizaje, añade, ya que el único y verdadero aprendizaje a estas edades reside precisamente en ese juego que se pretende evitar. Por esta razón, apunta esta experta, “en vez de separarles, deberíamos revisar el sistema (porque es un sistema completo, no es que los maestros que si están informados no quieran, es que muchas veces están atados de pies y manos), hacer la jornada escolar interesante, fomentar los diferentes potenciales de cada niño, bajar las ratios, basarnos en lo que nos dice la ciencia y no en meras opiniones”.