Las palabras del portavoz de la Comisión Europea en España, Dimitri Barua, donde ha afirmado que el Tratado de Libre Comercio e Inversiones (TTIP) “no amenaza a la Denominación de Origen Rioja”, generan bastantes dudas a la Coordinadora Contra el TTIP.
Considera esta plataforma que estas afirmaciones no serían necesarias si la ciudadanía europea, y en especial los europarlamentarios, pudieran tener acceso a la redacción provisional del Tratado. Consideran también que a las rondas de negociación deberían asistir representantes de los diversos sectores afectados, como así lo están haciendo miembros de diversas corporaciones empresariales.
En cualquier caso, consideran que de las palabras del Señor Barua se desprenden dos incoherencias.
Por un lado, que parece haber más desentendimiento en este terreno que en otros aparentemente más controvertidos como los tribunales de arbitraje. Y es que, según explican, la propia comisaria Cecilia Malmström reconoció que “los norteamericanos pusieron sobre la mesa una propuesta sobre bebidas alcohólicas, que abogaba por la desprotección relativa a las DO”.
Por otro lado, “que en este momento las D.O. operan en territorio Norteamericano como si de marcas registradas se tratara, pues Estados Unidos no reconoce las variedades geográficas y no lo hará atendiendo a su legalidad mercantil”. De tal forma que, a día de hoy, es posible encontrar Jerez hecho en California o vino de Oporto producido en Oregón.
A su vez, según la Coordinadora riojana, “las declaraciones sobre el sector agroalimentario y la eliminación de trabas fitosanitarias, dan la razón a los que nos oponemos a este tratado, pues esto solo beneficiaría a las empresas estadounidenses, al contar con una reglamentación infinitamente menos restrictiva”. Según explican en un comunicado, Europa prohíbe unos 1.400 productos químicos, mientras EEUU solo 12.
Ante estos hechos constatados, la Coordinadora contra el TTIP afirma que “las declaraciones del señor Dimitri Barua sólo buscan ganar tiempo y añadir más desinformación y controversia a este Tratado. Negociándose de espaldas a la ciudadanía y a favor de los intereses de las grandes empresas, las marcas registradas y el futuro cierre de mercados mediante las patentes”.