Mientras las lluvias del monzón siguen azotando Pakistán y dificultando el reparto de ayuda humanitaria, la ONU (Organización de Naciones Unidas), ha elevado a seis millones el número de afectados por las inundaciones que han devastado el país y la frontera con Afganistán, lo que supone un incremento dos millones de personas respecto a cifras anteriores.
Según los últimos datos ofrecidos por las autoridades locales, las inundaciones en Pakistán han causado al menos 1.600 muertos y han dejado sin hogar a cerca de un millón y medio de personas. Además, miles de personas se encuentran incomunicadas y sin poder recibir ayuda humanitaria. El incremento de dos millones de afectados se debe a que la ONU ha incluido las últimas estimaciones de afectados realizadas por las autoridades de las regiones de Baluchistán, Punjab, y Jyber Pakhtunkhwa (KPK), antes conocida como provincia de la Frontera Noroeste.
“Las cosas empeorarán antes de que mejoren”, afirmó el coordinador de las labores humanitarias de la ONU en Pakistán, Martin Mogwanja. “Trabajamos a toda velocidad para satisfacer las necesidades más urgentes de la población”, afirmó.
Por su parte, Wolfgang Herbinger, director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, ha mostrado especial preocupación por 600.000 personas que viven en la zona norte de KPK, en donde no ha sido posible acceder en los últimos tres días ni siquiera en helicóptero, según ha declarado en un comunicado ofrecido por el Centro de Noticias de Naciones Unidas.
La labor de ACNUR
“Varios cientos de miles de personas se encuentran desplazadas y sin refugio en Pakistán y además no cuentan con agua ni alimentos suficientes”, ha declarado ACNUR. Las autoridades gubernamentales y las agencias humanitarias trabajan a diario para conseguir llegar a las comunidades afectadas, ya que muchas de las carreteras y puentes de acceso todavía permanecen cortados.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tiene como objetivo inicial prestar ayuda a más de 350.000 personas de entre las más vulnerables de la población afectada por las inundaciones. La agencia ha realizado una estimación provisional de las necesidades, y en su opinión, hace falta más de 21 millones de dólares (unos 16 millones de euros) para poder hacer frente a las necesidades más urgentes de la población afectada, incluidos los refugiados afganos y las comunidades locales paquistaníes de acogida.
A pesar de que el principal mandato de ACNUR es proteger a los refugiados, la organización siempre ha respondido de manera positiva a la petición de asistencia humanitaria a la población local de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán. Las inundaciones también han perjudicado a 1,5 millones de refugiados afganos que habían encontrado refugio en las regiones de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán durante las últimas tres décadas, así como a las aproximadamente 700.000 personas desplazadas por los combates registrados el pasado año en el valle del Swat y en otras áreas.