Sexualidad electoral

Rioja2

0

A través de un amplia encuesta se determina que un 86% de los preguntados estaba bastante satisfecho o muy satisfecho con su actividad sexual durante el último año. No se observan grandes diferencias entre ambos sexos en cuanto al grado de satisfacción: las mujeres españolas son las que se encuentran más satisfechas con sus relaciones (un 87% vs 85% de los hombres); en ambos grupos, sólo un 3% se encontraba poco o nada satisfecho.

En poblaciones concretas, resulta especialmente llamativa la acumulación de datos sobre salud sexual. Por ejemplo, trabajos realizados en EE.UU. aseguran que los políticos que representan a partidos republicanos tienen una vida sexual más rica que los del partido demócrata. Ya en una reciente encuesta poblacional de Sigma Dos se refleja que los hombres que votan a otros partidos obtienen mucho placer en las relaciones sexuales (42%) frente al 31% de los que votan al PSOE y un 29% de los que votan al PP.

En las mujeres se iguala esta proporción: un 33% de las que votan al PP y a otros partidos afirman que obtienen mucho placer en las relaciones sexuales frente al 28% de las que votan al PSOE. Otro dato interesante es que los hombres agnósticos y no practicantes disfrutan mucho de las relaciones sexuales (89%) frente a los practicantes (un 29%); en las mujeres es mayor la tasa de satisfacción entre las no practicantes (35%), y se igualan entre las practicantes (29%) y agnóstica (27%).

No obstante, existen dos millones de hombres y otras tantas parejas (según el estudio EDEM) que, aunque padecen problemas de disfunción eréctil, no acuden al especialista sexólogo para que les asesore o ayude. “A veces una simple consulta al especialista les podría ayudar a resolver su problema”, recuerda Miren Larrazábal.

La asignatura pendiente es la educación escolar. Los expertos denuncian la inexistencia de una adecuada planificación sobre educación afectivo-sexual. “Es una asignatura transversal a la que no se le dedica el suficiente tiempo ni los medios adecuados para desarrollarla en profundidad”, afirma Miguel Ángel Cueto. En la misma línea se expresa Miren Larrazábal, quien recuerda como “los profesionales llevamos luchando para que la educación sexual se incluya de pleno derecho en la educación de nuestros hijos; el sexo es salud y, como tal, requiere una información y educación adecuada a lo largo del periodo de educación obligatoria”.

Este déficit se objetiva en una realidad alarmante: en la población de menos de 19 años se ha registrado un repunte de las infecciones de transmisión sexual y el número de embarazos no deseados (datos del Ministerio de Sanidad, 2007), “todo ello por falta de una información adecuada”, sentencia el presidente del Congreso.