Así les han dicho históricamente a los chavales sus padres, doctrina que afortunadamente va cayendo en desuso. Pero en la pelota a mano profesional, si no doblegas a los contrarios, hay tanta competencia, tanta igualdad, que no solo vale con pegar primero, ni aguantar una leve ventaja confiando en que con solvencia y sin fallos llegará la victoria. No: En la pelota a mano profesional, o machacas al contrario hasta el 22, o te arriesgas a que te den la voltereta y veas cómo los rezagados se te suben a la chepa, te empatan, te adelanten, y se vayan al 22 mientras a ti se te queda cara de incrédulo.
Vale que somos riojanos, y que David Merino es de la tierra. Pero Altuna y Barriola no son de este lado del Ebro, y reconocemos que fueron mejores en la tarde del domingo, y no pasa nada. Y, aunque nos acusen de forofos, creo que si Ezkurdia hubiera rematado unas cuantas de las tropecientas ocasiones en que la pelota pasó por sus dominios, los ayer colorados hubieran alcanzado la victoria, y con ella paso y medio para las semifinales. Pero cuando un zaguero, como hizo Merino II, domina y pone cerca del rebote al zaguero rival, pero el delantero solo gana 3 tantos atrás, una dejada y una volea, 5 en total, así no se puede, ni se merece, pasar a la siguiente ronda.
Los inicios del partido eran tranquilizadores para la parroquia riojana: Con Merino II mandón y Ezkurdia valiente, los colorados se adelantaban 6 a 2. Pero un ganchito a la pared del artista Jokin Altuna rompió la tendencia: 2 fallos de David Merino en su afán por pasarle, más otros 4 remates del diamante de Aspe colocaron a los azules por delante (8-7). De ahí hasta el 22-15 final, Ezkurdia solo fue capaz de ganar 4 tantos, mientras que Altuna logró enredarle adelante, donde casi siempre le ganaba la tostada.
La estadística, por sí sola, no es suficiente para resumir los partidos. Aún así, no me resisto a citar que Altuna ganó 12 tantos delante del 4, mientras que Ezkurdia ganó 5, 3 de ellos detrás del 6.
Mención aparte merece la meritoria labor de Abel Barriola en la zaga: Fue su última actuación como pelotari profesional en el Javier Adarraga logroñés, recinto que le despidió con una sonora y cariñosa ovación.
El zaguero navarro, uno de los pocos campeonísimos que ha logrado las 3 boinas de la pelota a mano, jugó el domingo en Logroño su último partido de campeonato oficial. Y lo hizo cometiendo únicamente 2 errores, permitiendo con su consistencia el lucimiento adelante del precioso y preciosista Jokin Altuna. Como prueba de su señoría dentro y fuera de la cancha, aquí colgamos su última rueda de prensa a este lado del Ebro.
Así pues, tras estos resultados, solo Álvaro Untoria alcanza las semifinales tras su victoria del sábado, y lo hace acompañando de Aimar Olaizola. Una pareja que tiene un primero y pequeñito escollo antes de calzarse la boina de campeones: la pareja de los zurdos bombarderos, Irribarria-Rezusta. Pero bueno, también partían como claros favoritos Ezkurdia y Merino II…