La manifestación, que congregó a unas 1.000 personas, se inició en la plaza Universitat y recorrió el centro de Barcelona, y a la altura de la sede de Interior, en Via Laietana, fue donde los enfrentamientos fueron más violentos.
Los Mossos d'Esquadra informaron de que los manifestantes arrojaron botellas, piedras y “cualquier objeto” que encontraban, incluidas vallas de obras, contra la sede de Interior. Los manifestantes también incendiaron contenedores y los colocaron en medio de la calle.
Debido al lanzamiento de objetos, un mosso resultó herido con un corte en la cabeza y fue evacuado inconsciente a un hospital, y otros nueve resultaron heridos leves. Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana detuvieron a siete personas por estos incidentes.
La manifestación convocada por grupos antifascistas se realizó en respuesta a la muerte de Carlos Javier Palomino, el joven apuñalado el pasado domingo en la estación del metro de Legazpi de Madrid, presuntamente a manos de un miembro de la ultraderecha.
Los participantes en la manifestación entonaron consignas como 'Ninguna agresión sin respuesta', 'Sin justicia no habrá paz', 'Carlos hermano, nosotros no olvidamos' y 'No, no, nazis no'.