La acción desarrollada por el Ejército de Israel contra la flotilla que transportaba ayuda humanitaria a la Franja de Gaza podría tener las peores consecuencias, si se cumplen los vaticinios del presidente de Siria, Bashar al Assad. El mandatario sirio ha afirmado que el ataque de Israel a la denominada Flotilla de la Libertad a finales de mayo hace más probable el estallido de una guerra en Oriente Próximo.
En una entrevista concedida a la radiotelevisión pública británica BBC, el Al Assad afirma que Siria está trabajando para evitar una guerra en la región, pero asegura que dicha misión es difícil con el actual Ejecutivo israelí, formado mayoritariamente por partidos de derecha y ultraderecha, y al que califica de “Gobierno pirómano”.
El presidente sirio sostiene que el ataque israelí contra la flotilla pro palestina, que pretendía llevar a Gaza 10.000 toneladas de ayuda humanitaria desafiando el bloqueo militar impuesto por Israel, y en el que murieron nueve activistas turcos, ya está teniendo serias consecuencias.
El mandatario asegura que este ataque “destruyó cualquier posibilidad de un acuerdo de paz en el futuro próximo”, debido a que, según él, en esta acción el Ejecutivo israelí demostró ser un “Gobierno pirómano” con el que es imposible llegar a ningún acuerdo. Según al Assad, Oriente Próximo está viviendo momentos de cambio y es un lugar cada día más peligroso.
Por otro lado, el presidente de Siria niega que su país esté armando al partido-guerrilla chií libanés Hezbolá, tal como le acusan Estados Unidos, Israel o Reino Unido. Se trata la circunstancia de que estos tres países no sólo creen que Siria está armando a Hezbolá, sino que consideran que cada vez le está enviando más armamento y más sofisticado.
Este temor a Hezbolá sigue cada vez más presente en el gobierno israelí.
Así, el director general del Ministerio de Exteriores de Israel, Yossi Gal, ha confirmado la preocupación de su gobierno ante la posibilidad de que miembros Hezbolá viajen a bordo de la nueva Flotilla de la Libertad que tiene previsto partir próximamente de Líbano hacia la Franja de Gaza para transportar ayuda humanitaria y romper el bloqueo israelí sobre el enclave costero palestino.
En una reunión con diplomáticos extranjeros, Gal enfatizó que Israel está preparada ante la posible llegada de la flotilla procedente de Líbano y aseguró que la Armada israelí considerará “hostiles” a todos sus integrantes debido a que proceden de un Estado enemigo y a que las organizaciones convocantes tienen vínculos con Hezbolá, informó este jueves el diario Haaretz.
El Ejército ya se encuentra en alerta ante el temor de que los activistas utilicen lanchas rápidas para aprovechar la proximidad de Líbano y poder romper así el bloqueo, señaló un alto oficial de las Fuerzas Armadas de Israel citado por el diario Jerusalem Post. “No hay mucho tiempo para detener embarcaciones rápidas procedentes de Líbano. En la práctica eso significa que la Armada tiene que estar en alerta durante las 24 horas”, añadió la fuente citada por el rotativo israelí.
En los últimos días el Ministerio de Exteriores de Israel ha solicitado a diversos países aliados como Estados Unidos o Francia, y también a Naciones Unidas, que trasladen a Líbano un mensaje para que detenga a la nueva flotilla, ya que Tel Aviv considerará la salida del convoy humanitario “una provocación destinada a aumentar la violencia”, indica Haaretz.
Sin embargo, las autoridades libanesas ya han transmitido a Israel que no podrán obstaculizar la salida de la nueva flotilla debido a que se trata de una iniciativa privada de la ONG Movimiento Palestina Libre en la que Beirut no participa de ninguna manera.
“No permitiremos que la flotilla llegue a Gaza”
, señaló Gal ante los diplomáticos extranjeros. Además, el director general del Ministerio de Exteriores israelí advirtió que todos los integrantes de la nueva flotilla, por partir de Líbano, serán retenidos, encarcelados y juzgados conforme a las leyes de Israel.
Tensión entre EEUU y Turquía
Otra de las consecuencias que podría tener el asalto a la Flotilla Libertad no implica directamente a Israel, sino a Estados Unidos y a Turquía. Un grupo de destacados congresistas de Estados Unidos advirtieron a Turquía de que rectifique su actitud de hostilidad hacia Israel o de lo contrario las relaciones entre Washington y Ankara podrían resentirse seriamente.
“Habrá un coste si Turquía persiste en su enfrentamiento con Israel y su acercamiento a Irán”, afirmó el número tres del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, Mike Pence, en una rueda de prensa con representantes del Partido Demócrata en que se criticó el apoyo turco a la Flotilla de la Libertad.
Se da la circunstancia de que el mes pasado Turquía ejerció un papel de mediador en un acuerdo alcanzado entre Brasil e Irán para que este último país mandara a territorio turco uranio de poca pureza para ser enriquecido. Se trataba de una de las condiciones impuestas por la comunidad internacional para no endurecer las sanciones comerciales contra la República Islámica, pero el acuerdo no convenció a las grandes potencias, que aprobaron a comienzos de mes una nueva batería de sanciones contra Teherán.
Pence afirmó que uno de los costes de la beligerancia turca contra Israel podría ser que su partido considerara aprobar una moción de condena en el Congreso contra el genocidio armenio provocado por Turquía durante la Primera Guerra Mundial, en el que se calcula murieron más de un millón de personas, un episodio que Ankara niega.
Se trata de una moción que fue aprobada por un comité del Congreso el pasado mes de marzo, entre las protestas de Ankara, pero que el Congreso, dominado por los demócratas, nunca ha votado en pleno.
Pence afirmó, por otro lado, que este miércoles 126 congresistas han firmado una carta en la que se insta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a condenar las numerosas críticas internacionales que se están vertiendo contra Israel por su manejo de la crisis de la Flotilla de la Libertad.