Con más de un millón y medio de seguidores en Youtube, más de cuatro millones en Facebook y creciendo a gran velocidad en Instagram, Anna Terés es una de las mayores blogueras de cocina del país. Y todo lo hace desde su pequeño estudio en el barrio de Cascajos de Logroño. Hasta allí nos desplazamos con nuestro nuevo Mercedes Clase A 200D para conocer las claves de su éxito.
Anna abrió su blog en 2014, con el único fin de ir guardando sus recetas y tenerlas todas ordenadas para poder compartirlas con los amigos que se las pedían a menudo. No podía imaginar entonces que su deliciosa receta de bizcocho llegaría tan lejos. Ahora, cinco años después, se ha convertido en Anna Recetas Fáciles, un nombre conocido entre la inmensa comunidad de usuarios que siguen sus vídeos y buscan sus recetas de platos sencillos, con ingredientes de toda la vida y al alcance de cualquiera. “Todo lo que subo es comida que se hace de verdad, hasta el final, tal como se va a comer”, explica.
Anna es licenciada en Geografía e Historia pero la cocina siempre fue su gran pasión. “Cuando dejan de cocinar para ti, tienes que enfrentarte a ello y, o bien tiras de precocinados, o te enfrentas a la cocina, así empecé yo cuando me fui a estudiar y a compartir piso”, cuenta, “la cocina era uno de mis planes de ocio”. Y todo empezó con un bizcocho. “Yo hacía un bizcocho muy alto y esponjoso, como un pan dulce, y tenía tanto éxito que cuando lo llevaba a alguna fiesta siempre me pedían la receta y me parecía más fácil subirla a internet para poder pasársela a todo el mundo. Como me iban preguntando siempre lo mismo, decidí subir un vídeo, pero no se hizo viral, sólo me empezaron a conocer y a seguir”.
Tampoco podía imaginar entonces hasta dónde iba a llegar todo. “Cuando yo llegué a este mundillo ya había mucha gente posicionada pero parece que caí bien y mi canal fue creciendo”, nos cuenta mientras recorremos las calles de Logroño. “Poco a poco vas mejorando, yo nunca me hubiera imaginado comprando un micrófono profesional, como los que utilizan en la tele”.
“Llegar a mil seguidores cuesta mucho”, explica, “pero se trata de dar a la gente lo que quiere ver, les tienes que dar algo que no han encontrado, yo siempre pienso qué es lo que yo busco, si quiero hacer unas croquetas hay que descubrir alguna clave, cuál es el truco infalible para que no se abran”. Anna deja claro que la cosa no es tan fácil lo que parece, “si así fuera, todo el mundo lo haría”.
El antes y el después lo marcó una receta de buñuelos que comenzó a hacerse viral en México y de ahí a medio mundo. Los seguidores comenzaron a multiplicarse y el trabajo también se multiplicó. Porque Anna cocina, graba, edita, interactua en las redes sociales... “No descansas, un blog o un canal es como otro hijo, aunque desenchufes, sigue estando vivo”, explica.
Recorremos Logroño, la ciudad en la que transcurre el día a día de esta youtuber catalana y riojana de adopción, y hablamos de su libro, de sus proyectos y de todo el trabajo que conlleva una profesión cargada de mitos y falsas creencias.