Sobre ruedas con Maru Hernáiz: la historia de una pasión que renació en la madurez

Rioja2

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Cuando Maru Hernáiz volvió a calzarse las zapatillas 30 años y tres hijas después de aquellos inicios en el atletismo, nunca pensó que llegaría a convertirse en la Campeona del Mundo de Media Maratón W60. La gesta la logró la pasada primavera en Polonia y, viendo su excelente forma actual, cabe afirmar que no será la última.

Con ella recorremos Logroño a bordo de un increíble Mercedes completamente eléctrico hasta llegar a uno de sus puntos de entrenamiento favoritos, el Parque del Iregua. Por el camino, la campeona veterana nos desvela que el atletismo, el deporte que practicó hasta los 22 años y después abandonó durante tres décadas, es ahora una gran ilusión para ella. “Desde luego, el día que deje de serlo, lo dejaré”. Parece que ese día está lejos.

Ha sido en su segunda etapa en el deporte, ya siendo veterana y con sus tres hijas ya mayores, cuando ha disfrutado más de sus éxitos. Para conseguir sus excelentes marcas, Hernáiz atesora una rutina digna de admiración. Cada día se levanta a las 6,15 horas y para las siete ya está entrenando. La alimentación cuidada casi al milímetro (sus esfuerzos le cuesta a una golosa declarada) y su familia, forman junto con el entrenamiento el triángulo perfecto para llegar a lo más alto.

Entre todos sus premios destaca uno: el reconocimiento de su pueblo. “Cuando Cenicero entero se volcó conmigo y todos los colectivos del pueblo se pusieron de acuerdo para concederme un galardón y poner mi nombre a un circuito, creo que llegué a lo más alto”, confiesa.