El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha destacado la solidez y fortaleza del sistema financiero español para hacer frente a las actuales dificultades económicas pese al incremento de las tensiones internacionales.
Así lo puso de manifiesto durante su primera comparecencia en el Senado en esta legislatura para explicar la crisis económica y las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para hacerle frente.
Solbes reconoció que las tensiones internacionales “lejos de remitir se han recrudecido” en los últimos meses, tal y como se ha visto con la declaración de concurso del banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers y con la compra de Merril Lynch por parte del Bank of America.
No obstante, recordó que el Banco Central Europeo mañana ha anunciado una operación extraordinaria de inyección de liquidez y está siguiendo muy de cerca la evolución del mercado de dinero en la zona euro.
En este sentido, reiteró que una de las fortalezas de la economía española ante esta crisis internacional es la solidez y solvencia del sistema financiero que, a su juicio, se encuentra en una situación saneada para hacer frente a una “difícil situación”.
El vicepresidente económico se refirió también al encarecimiento del precio del crudo, que se mantiene elevado a pesar de las últimas cesiones y que, a su parecer, se mantiene aún muy volátil, por lo que consideró aventurado especular sobre cómo evolucionará en los próximos meses.
Solbes apuntó al brusco ajuste de la construcción residencial en España como tercer factor que determina la crisis económica en la que se encuentra inmersa el país. En este sentido, reiteró que se debe a los excesos de los últimos años que han hecho “inevitable y conveniente” el ajuste del sector para que el crecimiento español dependa menos de la construcción.
A su juicio, la coincidencia de estos tres impactos negativos (restricción crediticia, precio del crudo y ajuste de la construcción) ha situado a España en una coyuntura “muy complicada” con un crecimiento débil, un aumento del desempleo y diversas tensiones inflacionistas.
No obstante, Solbes aseguró que, en este contexto, la economía española evoluciona de forma muy similar a otros países desarrollados y, en particular, en línea con el comportamiento del resto de países de la zona euro.
Así, aventuró que la actividad económica en España permanecerá “débil” durante varios trimestres, pues será cuando se sentirá “con más intensidad” el ajuste de la inversión inmobiliaria, aunque, a lo largo de 2009 la actividad “debería tocar fondo” para iniciar una “gradual reactivación” económica.
En cuanto a la inflación, aseguró que las tensiones inflacionistas “parecen haber tocado techo” en el mes de julio ya que los mismos factores que provocaron su repunte ahora han proporcionado cierto alivio.
Llegados a este punto y tras asegurar que las previsiones del Gobierno están sujetas a la “incierta evolución” de la economía internacional, el vicepresidente económico aseguró que el Gobierno es consciente de que las dificultades se van a mantener e incluso intensificar, al tiempo que repasó las actuaciones del Gobierno para hacerle frente a la crisis.
Entre éstas, destacó la deducción de 400 euros en el IRPF para limitar el coste de la crisis a las familias españolas, el esfuerzo necesario para garantizar plenamente las prestaciones por desempleo, las líneas de financiación al sector privado a través del ICO apoyando a sectores prioritarios, así como las dos nuevas actuaciones que ha puesto en marcha el Ejecutivo: la constitución de sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario y la nueva línea del ICO de 3.000 millones.
Asimismo, aseguró que el Gobierno está asumiendo el deterioro presupuestario asociado al debilitamiento de la actividad económica, conscientes de que así se contribuye a que el bache cíclico sea “menos duradero e intenso”. En este punto, reconoció que las cuentas del Estado cerrarán los dos próximos años con déficit, algo que consideró “compatible” con la filosofía de estabilidad presupuestaria del Ejecutivo.
GASTO PÚBLICO
Finalmente, aseguró que el gasto público se centrará en garantizar los gastos de naturaleza social, sobre todo en el desempleo, al tiempo que se refirió al diálogo social que está impulsando el Gobierno y que consideró “más importante” ahora que en épocas de bonanza. Así, dijo que es “crucial” alcanzar un acuerdo para repartir de forma equilibrada el coste entre márgenes empresariales y crecimiento salarial.
Para sentir los efectos de estas medidas, Solbes señaló que habrá que esperar algún tiempo para notar plenamente los efectos de las actuaciones que, a su parecer, servirán para aliviar pero no para eliminar el coste de la crisis. “Hemos reaccionado con rapidez en los principales frentes y, en la práctica, sería difícil encontrar algún Gobierno de nuestro entorno haya adoptado hasta ahora medidas de magnitud similar”, indicó.
Tras repasar las medidas, reiteró que el Gobierno seguirá trabajando en el futuro evitando medidas que puedan comprometer el crecimiento, impulsando el proceso de capitalización de la economía, simplificando la regulación, con más reformas laborales y de seguridad social y manteniendo el esfuerzo reformista en sectores específicos.
Asimismo, recordó las fortalezas de la economía española que permitirán al Gobierno afrontar este periodo sin que decaiga la actividad en materia de reformas, con la meta de potenciar la capacidad de crecimiento de la economía más allá de las fluctuaciones cíclicas. “Si no cometemos errores ahora, esta dura etapa nos permitirá corregir desequilibrios del pasado”, señaló Solbes tras asegurar que hay indicios que muestran que se avanza hacia un patrón de crecimiento “más equilibrado”.
PIDE CONFIANZA
Por este motivo, consideró “fundamental”, en un contexto dominado por la incertidumbre y sin negar la gravedad de la situación, mantener la confianza en la capacidad de recuperación de la economía española gracias a la capitalización de la economía, la fuerza laboral amplia y cualificada de España, una clase empresarial con gran capacidad de gestión, un gran dinamismo demográfico, un sistema financiero robusto y un sistema fiscal sólido.
Estos factores, según Solbes, permiten ser “razonablemente optimistas” de cara al futuro y confiar en una recuperación económica, aunque siempre conscientes de que no existen soluciones y “medidas milagro” para salir de la crisis. “En estos momento es fundamental mantener la serenidad y la confianza”, señaló.
Finalmente, concluyó diciendo que cuando el sistema experimente los ajustes necesarios y cuando el contexto internacional vuelva gradualmente a la normalidad, la economía se recuperará sobre la base de las fortalezas estructurales de las que dispone.