La noche se avecina fría en Haro. Sobre todo para los seis trabajadores de la empresa Ferrallas que duermen al raso. Se han equipado con tiendas de campaña y algunos han pasado la noche en los coches. No es la primera noche y no será la última. Además del frío, los empleados tienen que luchar contra el hambre. Se alimentan a base de líquidos: agua, café con leche, zumos... es su manera de protestar contra la situación, ya drámatica para muchos, que les ha dejado la empresa. Llevan sin cobrar su nóminas desde junio, tampoco la paga extra, y la hipoteca no espera.
Luis Ángel Ruíz pronto cumplirá los 49 años. Lleva 6 años trabajando en Ferrallas Haro, una empresa dedicada a la ferralla certificada de obra, y con él dos de sus tres hijos. “Afortunadamente mis dos hijos se marcharon de la fábrica hace años, sino, imagínate una casa en la que dejan de entrar tres sueldos” comenta Luis Ángel. Sin embargo, son precisamente sus hijos los que más tiempo pasan con él en estos momentos. Luis Ángel junto con otros cinco trabajadores más iniciaron hace dos días una huelga de hambre indefinida para pedir una solución a la situación de la empresa.
“Lucharemos hasta el final, hasta que el cuerpo aguante” y continúa “siempre tiene que haber alguno que saque las castañas del fuego a los demás”. Luis Ángel se lamenta que de los 110 trabajadores sólo 25 apoyen la lucha y se involucren en ella. Y es que la situación de impago afecta a todos por igual.
Ferrallas Haro lleva arrastrando los malos número desde el año pasado. En abril de 2009 decide presentar un ERE de suspensión que afecta a 90 trabajadores durante 4 meses. Sin que termine este plazo, la empresa presenta otro Expediente pero en esta ocasión de extinción. Y los retrasos en el pago de las nóminas se convierten en el pan de cada día. Según Carlos Alfaro, responsable de Construcciones de UGT, la empresa debe las nóminas de junio, la paga extra, septiembre y octubre. Los trabajadores llevan sin cobrar tres meses con lo que ello significa. Y la empresa no parece dar una respuesta. “Nosotros sospechamos que lo quiere la nueva gerencia de Ferrallas es que los trabajadores se cansen, se den de baja voluntaria y así poder ahorrarse las indemnizaciones”.
Estos nuevos gerentes que llegaron en septiembre “practican una política de ocultismo”. Según UGT alegan la falta de liquidez como excusa para no pagar las nóminas mientras que no aportan ninguna solución al futuro laboral de estas 110 personas. Ferrallas Haro debía entregar la documentación requerida por el comité de empresa además de un calendario de pagos, pero no lo está haciendo, a la espera de una reunión con el Consejero de Industria, Javier Erro.
En la última reunión, celebrada hace dos días, los trabajadores terminaron levántandose de la mesa ante la actitud de la dirección de la empresa. “Se están riendo de nosotros” comenta Luis Ángel. Según Carlos Alfaro, en esa reunión el gerente debía aportar una documentación requerida por el comité pero alegó falta de tiempos para entregar esa información.
Y a situaciones desesperadas, soluciones desesperadas. Y la huelga de hambre ha sido el último paso. “Me preocupa cómo pasarán la noche, la empresa está en un alto del monte y hace mucho frío” dice Alfaro. El ánimo, sin embargo, todavía no ha decaído entre los trabajadore en huelga de hambre. “Lo bueno que tengo es que estoy gordo. Así que aún no he perdido fuerza” bromea Luis Ángel.
Justo ayer, el presidente Pedro Sanz realizaba una visita a las instalaciones de la fábrica de Queso Camerano y al Ayuntamiento de Haro. Algunos trabajadores de Ferralla aprovecharon la ocasión y le comentaron al presidente cuál era su situación laboral. Sanz se comprometió a hablar con Erro para que el conflicto se solucionara el viernes. Precisamente, ese día, los trabajadores han convocado una asamblea en Casalarreina para analizar la situación.
“Queremos una solución. O que nos den trabajo o que nos echen al paro” concluye Luis Ángel mientras tiene, por delante, una larga jornada.