En las aguas del golfo de Adén operan ya fuerzas navales de terceros países que combaten la piratería. Sin embargo, Somalia trabaja por la creación de un cuerpo propio que proteja a sus pescadores de la pesca ilegal practicada presuntamente por buques extranjeros.
Así expuso las necesidades de las costas somalíes el Subdirector de la Agencia de Seguridad Nacional de Somalia, Nur Mohamed Mohamud durante su intervención en la Conferencia Internacional sobre Piratería y Crímenes Marítimos que comenzaba ayer y terminará hoy en Malasia en la que participan representantes de más de 40 países, así como de la Organización Marítima Internacional (OMI), la ONU y la Asociación Internacional de Propietarios de Buques Cisterna.
Además, acusó a las flotas pesqueras extranjeras que operan en la zona de verter indiscriminadamente residuos tóxicos en las aguas. “Somalia quiere equipo y adiestramiento, no una fuerza antipiratería extranjera”, afirmó en declaraciones recogidas por la cadena británica BBC.
El Gobierno somalí apenas controla una pequeña porción del país, acosado por la insurgencia islamista y la regiones autónomas del norte, Puntlandia y Somalilandia. Precisamente, el ministro de Seguridad de la región de Puntlandia, Abdullahi Said Samatar, afirmó durante la reunión contra la piratería de Malasia que las autoridades no permitirán que las fuerzas foráneas ataquen las numerosas bases costeras de los piratas en Puntlandia, algo que considerarían “una invasión”.
“No, no sois bienvenidos si venís a atacar nuestra región, pero colaboraremos. Tenemos que instaurar una cooperación de base”, afirmó Samatar. La ONU ha autorizado el despliegue de la fuerza de lucha contra la piratería e incluso el ataque contra las bases de los piratas en tierra, circunstancia que, por el momento, no se ha producido.
Está previsto que durante la conferencia también se aborde la cuestión de qué hacer con los piratas que sean capturados, ya que cada país mantiene una política distinta al respecto.