La aerolínea respondía así a las declaraciones de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, durante su primera comparecencia ante la Comisión de Fomento del Congreso, en las que afirmó que Spanair había estudiado la posibilidad de cambiar de aeronave pero posteriormente decidió no hacerlo, según constaba en la transcripción de las conversaciones entre representantes de la compañía y personal del aeropuerto.
Fuentes de la aerolínea señalaron que informar de la disponibilidad de otro avión es el procedimiento “habitual” cuando se detecta in problema técnico o de operatividad con objeto de que retrasar el viaje del pasaje.
Así, en la nota, Spanair aclara que cuando el piloto del vuelo JK5022 Madrid-Las Palmas solicitó volver a la plataforma, la compañía informó “al aeropuerto y a todos los implicados en la operación que, ante la eventualidad de que hubiera que cambiar de avión, existía otro aparato disponible”. Por ello, recalca que “en ningún momento indicó que fuera su intención sustituir el avión accidentado”.
Según la compañía, tras una evaluación inicial de la incidencia y del tiempo estimado para su reparación, “los técnicos de mantenimiento decidieron que no sería necesario el cambio de avión al tratarse de una reparación menor que podría efectuarse en menos de 15 minutos”.
“El avión estuvo un total de 33 minutos en plataforma, por lo que no se justificaba un cambio de avión que habría implicado un retraso superior a los 60 minutos para el desembarque de pasajeros, equipaje y carga aérea y su posterior embarque en un nuevo aparato, o incluso superior en el caso de que se perdieran los derechos de despegue”, explica la aerolínea.
Spanair insiste en que siguió el procedimiento estándar de cualquier compañía aérea que ante una incidencia técnica, operativa o meteorológica comprueba si dispone de aviones de reserva por si hay que proceder a su sustitución para “minimizar inconvenientes y posibles demoras”.
Por último, añade que Spanair programa “entre 2 o 3 aviones de reserva en sus bases principales”, según su volumen de vuelos regulares y chárter para “poder operar con puntualidad”.