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Strauss-Kahn, en prisión preventiva hasta el viernes

Rioja2

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Un millón de dólares llegaron a ofrecer por la libertad del francés Dominique Strauss-Kahn sus abogados, pero de nada han servido para persuadir a la jueza Melissa Jackson que lo ha enviado a prisión hasta el próximo viernes.

Es la historia de uno de los hombres más poderosos del mundo, llamado a ser el presidente de la républica francesa en 2012 y de devolver a los socialistas galos a lo más alto en 17 años. Todo esto se vino abajo tras la denuncia de la camarera de un lujoso hotel neoyorquino que le denunció por supuesto abuso sexual. Ella misma fue capaz de reconocerle en una rueda de reconocimiento y él ha accedido a realizarse unas pruebas médicas por unos supuestos arañazos que la mujer le propinó al intentar defenderse, siempre según el argumento que la empleado relató a las autoridades.

Dominique Strauss-Kahn se halla contra las cuerdas porque tampoco ha podido abandonar territorio estadounidense ya que Francia y EEUU no tienen firmado ningún tratado o convenio por el que se permita una extradición y, de haber huído, podría haber corrido la misma suerte que el director de cine Roman Polansky. Así las cosas, en la madrugada del martes el director gerente del FMI fue trasladado cabizbajo, cansado y desaliñado a una prisión de Rikers Island, en Nueva York. Permanecerá, de momento, hasta el viernes de forma provisional ya que no se le ha concedido la libertad bajo fianza. Estará aislado del resto de presos de la cárcel neoyorquina.

La citación queda fijada para el viernes 20 de mayo, fecha en que el dirigente de 62 años se enfrentará a una acusación de intento de violación y de abuso sexual en primer grado contra una mujer inmigrante africana de 32 años, la camarera del hotel donde se alojaba. Se une a otros delitos de índole sexual, que en total podrían sumar una condena de entre 15 y 25 años.

Francia vive conmocionada el escándalo de este político y economista que se perfilaba como el salvaguarda de los franceses en plena crisis del euro y, por otro lado, de los socialistas que tendrán que capear esta incómoda situación.