La jueza que instruye las diligencias por el presunto caso de abuso sexual a una peregrina de Viana le ha felicitado. Y es que el sargento de la Guardia Civil que arrestó al presunto autor, un vecino de Viana de 59 años, se dejó llevar por su instinto cuando vio a este hombre, que le pareció sospechoso, y decidió seguirle.
Como informa Diario de Navarra, el sargento primero se dirigía a su puesto de trabajo y en ese trayecto se cruzó con el coche a este vecino, que cuenta con antecedentes por acoso a mujeres. Le llamó la atención que llevara como copiloto a una joven asiática y les siguió. Se los encontró en un descampado, con el dueño en el interior del coche y la peregrina que “caminaba llorando, muy desorientada y trataba de llamar a alguien por el móvil”.
En su declaración, la peregrina explicó que creía que el hombre se ofrecía a trasladarla a Logroño, pero que se desvió a una zona alejada de la carretera y comenzó a tocarle las piernas y a hacerle gestos obscenos. El detenido fue puesto en libertad con cargos y la peregrina fue trasladada a Logroño.
Al sargento le dio pena no haber llegado antes para “evitar los abusos” pero se queda con la satisfacción de que la peregrina dejó de estar nerviosa cuando él llegó.