Minuto 90. Jorge Fernández asume la responsabilidad. El Calahorra no había merecido la victoria, pero en sus botas estaba la posibilidad de dar el triunfo después de ocho jornadas. Su lanzamiento se fue al poste y permitió a los rojillos sumar otro punto (1-1) a domicilio para sellar su cuarto empate consecutivo como visitante en el debut de Diego Martínez al frente del cuadro calagurritano.
El técnico riojano, en su primer once, no quiso revolucionar mucho. Apostó por la columna vertebral utilizada por su antecesor en el cargo. La principal novedad fue la inclusión de Sito Barrera en el lateral izquierdo, ya que el resto de los elegidos bien podía haber sido propuesto por Miguel Sola; con Roberto en la portería, Márquez, Alberto, Santamaría y el citado Sito en la retaguardia; con Cristian y Kamal, en la construcción; José Ramón y Rodrigo, en los extremos; mientras que Jorge Fernández y Chaco eran los hombres más adelantados de los rojillos. Una alineación en aras de conseguir el primer triunfo del año 2020 y olvidar los malos resultados (3 puntos de los últimos 21 posibles).
El Izarra, de partida, estuvo mejor. Eso indicaba su mayor presencia en el área defendida por Roberto, las aproximaciones y las diferentes acciones de estrategia en las que los blanquiazules buscaron la manera de adelantarse en el marcador durante el primer cuarto de hora en el que la escuadra rojilla supo sufrir. El meta de los calagurritanos tuvo que emplearse a fondo a los 4 minutos, después Hinojosa remataba de cabeza alto y Toni se presentaba ante él con todo a favor cuando apareció un futbolista rojillo para despejar a córner.
Hubo que esperar para que el Calahorra se fuera estirando. Al menos contuvo durante unos minutos a los locales para ir poco a poco encontrando mejores sensaciones. Así, Jorge Fernández lo intentaba de falta directa, sin fortuna. Y luego apareció esa pizca de suerte que en otras ocasiones no llega, un autogol de un defensor izarrista en una acción que no iba a ningún sitio. Un tanto, en el minuto 35, que animó a los visitantes hasta el punto de que Chaco tuvo en su cabeza el segundo al filo del descanso.
La segunda parte comenzó con un Izarra decidido. Con una falta lateral, con un posible penalti sobre Sola y con un tiro escorado de Laborda. Los de Pablo Álvarez insistían en acciones a balón parado, pero Roberto y la zaga rojilla respondían con solvencia. Hasta que Toni puso las tablas en el marcador superada la hora de encuentro. Entonces, Diego Martínez movió sus piezas. Yasin y Goñi aparecían por Alberto y Rodrigo.
Variaciones que provocaron que hubiera algo más de equilibrio en el juego y en las intenciones, aunque el conjunto local empujaba en cada lance dando la sensación de que se jugaban más en cada acción. Toni era una amenaza, ahí estuvo otro remate que se fue lamiendo el travesaño. El punto se podía dar por bueno y aunque ambos entrenadores utilizaban su última sustitución, los rojillos se defendían. Rúper tenía la posibilidad de dar el triunfo a los locales con una falta que rozó la escuadra. Pero lo inesperado vino ya con el tiempo cumplido cuando Jorge Fernández estuvo a once metros de dar la victoria a los suyos, pero su pena máxima se encontró con el poste.
Foto: CD Calahorra