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Telemedicina en casa

Rioja2

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Los resultados preliminares del Estudio CARME (Catalan Remote Management Evaluation), puesto en marcha por Philips Healthcare y el Instituto Catalán de la Salud (ICS) muestran beneficio en el manejo de patologías crónicas, gracias a la telemedicina. Estos resultados se presentan en el marco del II Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, que se celebra en Santiago de Compostela durante los días 25 y 26 de febrero.

El estudio evalúa el sistema de telemedicina Motiva de Philips en pacientes con insuficiencia cardiaca severa, a los que se monitorizó en sus casas desde el hospital.

En palabras de Mar Domingo, colaboradora de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona -centro gestionado por el Instituto Catalán de la Salud (ICS)- y una de las principales investigadoras del estudio, “los resultados preliminares del estudio nos muestran las ventajas de estos sistemas de telemedicina y los beneficios que aportan tanto al paciente como al personal médico, tales como un control más estrecho de la enfermedad por ambas partes, lo que permite actuar con mayor rapidez en caso de producirse alguna anomalía. Además, los propios pacientes han percibido una mejora en su calidad de vida y han mostrado una satisfacción y confianza muy elevada tanto con el sistema como con la información que éste les transmitía”, añade. A partir de los resultados de este estudio, El ICS se plantea desarrollar un modelo similar basado en la atención primaria y la continuidad asistencial con el objetivo de analizar su eficiencia en comparación con otras alternativas.

MENOS HOSPITALIZACIONES

Los datos muestran que los pacientes que participaron en el estudio mostraron una mejora en la percepción de calidad de vida, en base a los cuestionarios EuroQoL y Minnesota. Al comienzo del estudio, más de la mitad de los pacientes (55,88%) aseguraban que su calidad de vida era media o baja. A los seis meses, este número se había reducido al 29,41%, mientras que al finalizar el estudio se redujo hasta el 22,06%. Asimismo, los pacientes que situaban su índice de calidad de vida como media-alta aumentaron de un 43,61% del inicio del estudio a un 77,94% al finalizar el mismo, de los cuales, un 27,94% aseguraron que su calidad de vida rozaba el excelente.

Por otro lado las hospitalizaciones por IC se redujeron un 67,8%, durante el año que duró el estudio. Además, los pacientes mejoraron positivamente sus actitudes, exceptuando las relacionadas con el ejercicio físico y la dieta. De este modo, los pacientes experimentaron una mejora en sus cambios de actitud hacia la enfermedad, lo que a su vez supuso una mejora en la percepción de calidad de vida. Cuando los pacientes comenzaron el estudio. Igualmente, la satisfacción con los instrumentos de monitorización fue muy elevada.