La segunda jornada del Debate de Investidura celebrado hoy ha dejado una imagen controvertida: la de la diputada de Podemos Raquel Romero llorando. De hecho, ha abandonado por unos minutos el hemiciclo y se ha retirado a su despacho.
La propia diputada ha detallado los motivos de sus lágrimas: “me ha escrito una persona a la que quiero mucho, me he emocionado, no quería que se notase y me he salido de la Cámara”.
Lo cierto es que los rumores apuntan a que existen fuertes tensiones en el seno de Podemos La Rioja por el reparto de los nueve cargos que dependerán de la Consejería de Participación, Derechos Humanos y Cooperación, que ocupará Nazaret Martín.
Y es que, como apunta eldiario.es, Romero no se acepta este nombramiento, pese a que era una decisión tomada por el partido antes de la firma del acuerdo con el PSOE. Sin embargo, el entorno de Romero rechaza que ella diera el visto bueno a esta decisión y aseguran que ella quería ocupar la Consejería, lo que ha sido motivo de discusión entre Raquel Romero y Nazaret Martín.
De hecho, Martín apuesta por Kiko Garrido como número dos de la Consejería, mientras que Romero abogaría por incluir a miembros de su equipo de confianza, procedentes de Castilla-la Mancha.
Como ha podido saber Rioja2, Romero se cree en deuda con las personas de Castilla-la Mancha, pero ahora, según algunas fuentes, “exige un desembarco de hasta seis personas en la Consejería”, entre ellos, Mario Herrera (participante en las negociaciones) y Axier Amo. Al parecer, el objetivo de estos es obtener buenas posiciones en el Gobierno de La Rioja, Aragón y Navarra “para crear un frente que dispute el liderazgo de Pablo Iglesias” y, para ello “han secuestrado emocionalmente a Romero”.
Así las cosas, estas dudas dejan el aire la presentación del futuro gobierno, previsto para este jueves por la tarde. Todo depende de que Podemos tenga claro quién ocupará esos nueve puestos.