“Esta noche, el reloj ha girado. Ha comenzado un nuevo siglo”, proclamó Thaçi anoche ante cientos de seguidores. “Kosovo está preparado para avanzar en el camino que nos llevará a la independencia”, agregó.
El propio Thaçi prometió ayer tras depositar su voto que si gana declarará la independencia después del 10 de diciembre, fecha límite fijada para que la Troika internacional (Estados Unidos, Rusia y la UE) presente su informe final sobre las conversaciones entre Belgrado y Pristina acerca del estatuto final de la provincia.
“Inmediatamente después del 10 de diciembre, las instituciones de Kosovo declararán la independencia”, declaró Thaçi, un antiguo rebelde de 39 años, a la agencia de noticias AP.
Sin embargo, Thaçi tendrá que pactar con otra formación política para lograr la estabilidad necesaria para un Gobierno, ya que su mayoría es simple, no absoluta, según los resultados de un recuento extraoficial publicado por Democracy in Action, un grupo de observadores independientes.
Esta fuente atribuye al PDK el 34 por ciento de los votos, mientras que la hasta ahora predominante Liga Democrática de Kosovo (LDK) habría logrado un 22 por ciento de sufragios, por lo que se convierte así en el socio más probable de gobierno del PDK, según admitió hoy un cargo de esta formación bajo condición de anonimato.
Esta gran coalición entre los dos principales partidos kosovares será difícil de lograr, ya que estas dos formaciones han mantenido siempre una enconada rivalidad con acusaciones tan graves como la de asesinato de miembros de un partido por parte de miembros del otro.
Los primeros resultados de las elecciones empezarán a conocerse a partir de mañana lunes por la noche y los definitivos serán anunciados a finales de mes, según declaró --citado por la agencia serbia de noticias Tanjug-- el jefe de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Kosovo y presidente de la Comisión Electoral Central, Tim Guldman.