Las dinámicas van y vienen. En Mallorca todo salió mal y ante la Ponferradina, la UD Logroñés evidenció que en esta Liga SmartBank hay demasiada igualdad y que es necesario aprovechar los momentos en los que eres mejor que el oponente para tratar de desequilibrar. Porque pese al trabajo y el esfuerzo demostrado por los futbolistas -cuestión innegable-, pese a los intentos desde el banquillo por variar las diversas situaciones, dos errores -una pérdida en la salida del balón y una indecisión en el momento de despejar- condenaron a un conjunto que fue siempre, salvo el primer cuarto de hora del segundo tiempo, a remolque de lo que imponía su rival.
Dos acciones puntuales que provocan dos derrotas seguidas y que deben servir para que los logroñeses aterricen después de seis espectaculares victorias consecutivas. Los argumentos ofensivos de los riojanos son los que son, justos, por lo que cualquier regalo que se a los contrarios penaliza y mucho. Porque esa falta que clava Sielva hace un mes se va al poste y la indecisión para despejar de la segunda mitad termina en córner. Es lo que tiene una competición que exige la máxima concentración, además de un rendimiento de sobresaliente cada tres días para poder contar con opciones de sumar.
Sergio Rodríguez apostó por un once reconocible, no como la alineación del pasado domingo ante el Mallorca, con la intención de recuperar la solidez defensiva y el buen hacer en los partidos que venía desarrollando. En este sentido, aparecían Álex Pérez y Olaetxea, que venían de arrastrar molestias, así como otros jugadores que no estuvieron en el césped en la goleada ante el líder, caso de Errasti, Clemente, Iago López, Andy, Zelu y Leo Ruiz. Se suponía, más allá de la disposición, que iba a existir frescura en las piernas y en la mente, pero la Ponferradina, su rival, estuvo durante el primer tiempo siempre por delante.
Más allá de en el marcador, que también desde el minuto 20, en el control del duelo. La UD Logroñés quería, pero lo hacía como encorsetado ante un oponente que no dudaba en lanzar en largo para después, si podía, manejar la pelota. Pero le daba igual porque defensivamente no sufría, excepto una acción en un saque de esquina que finalizó Iñaki con un trallazo que repelió Caro. El choque estaba equilibrado, por lo que un mínimo error podía inclinar la balanza. Así fue. Yari jugó con Iago López, que se hizo un lío, y ante la presión de Gaspar, lo trabó. La consecuencia fue una falta en la frontal que Sielva ajustó milimétricamente para dar ventaja a los suyos.
Un gol que posicionó claramente a los dos combatientes. Los locales, espesos, empujaban con corazón, pero ni Siddiki ni Zelu percutían por los costados, Olaetxea se quedaba en zona de nadie, mientras que Leo Ruiz se encontraba desasistido. Los chicos de Jon Pérez Bolo -que tuvo que cambiar a Castellano por lesión- estaban cómodos, expectantes para robar y buscar algún balón a las espaldas de la zaga blanquirroja. Los riojanos no terminaban de dar un paso adelante, así que lo mejor era esperar al descanso.
Tiempo que aprovechó Sergio Rodríguez para introducir dos cambios, Medina y Bogusz, por Zelu -desaparecido- y Errasti -amenazado con una cartulina desde el minuto-, y modificar el dibujo, tres centrales, dos carrileros, Olaetxea y Andy mantenían el equilibrio, mientras que Bogusz gozaban de libertad de acción para acompañar a Leo Ruiz y Siddiki. Movimientos que sorprendió a la Ponferradina y activó a la UD Logroñés. Los de casa llegaban por los flancos y ponían balones. Además, la reacción fue inmediata cuando Iñaki, de cabeza, en el segundo palo ponía el empate después de un centro desde la derecha de Medina.
El cuadro berciano movió ficha con dos variaciones que volvieron a igualar los acontecimientos. Pero el bloque logroñés no estaba por la labor. Ahora salía con velocidad, con intención de hacer daño. Es decir, mostraba las garras que antes estaban esperando la amenaza. Claro que los bercianos ya no permitían tanta facilidad a los riojanos, lo que provocó que el choque se tensionara y se igualara. Hasta que vino una indecisión, esta vez Clemente no terminó de saltar ni Leo Ruiz, en su idea de ayudar, pudo despejar, para que Yuri cediera a Iván Rodríguez que, tras varios recortes para dentro, no se lo pensó para superar a Yari.
Había prisas y aunque a renglón seguido, Ander Vitoria careció de chispa después de un pase de la muerte de Medina, el veterano Yuri se inventó un tiro casi sin ángulo que casi por poco sentencia el partido. La Ponferradina optó por esperar, ceder terreno y buscar a la contra la certificación de los tres puntos. Por su parte, la UD Logroñés le ponía ganas, abusaba de su perfil zurdo y confiaba en que el polaco demostrara su calidad diferencial. En este sentido, una acción individual de Iñaki, un remate, muy forzado, de Leo Ruiz, admeás de un cabezabo lejano de Medina fueron las posibilidades reales para haber sumado en Las Gaunas.
Ficha técnica
UD Logroñés: Yari; Iago López, Álex Pérez, Clemente, Iñaki; Zelu (Medina, min. 46), Errasti (Bogusz, min. 46), Andy, Siddiki (Ander Vitoria, min. 70); Olaetxea (Rubén Martínez, min. 83) y Leo Ruiz.
Ponferradina: Caro; Iván Rodríguez, Pascanu, Amo, Castellano (Ríos Reina, min. 34); Sielva (Yuri, min. 66), Erik Morán (Larrea, min. 56); Juergen, Valcarce, Gaspar (Doncel, min. 56); y Romera (Curro, min. 66).
Goles: 0-1, min. 20: Sielva. 1-1, min. 49: Iñaki. 1-2, min. 76: Iván Rodríguez.
Árbitro: Saúl Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó a Errasti (min. 5), Iago López (min. 19), Siddiki (min. 51), Bogusz (min. 90) e Iñaki (min. 92), por la UD Logroñés, y a Pascanu (min. 73), por la Ponferradina.
Foto: UD Logroñés