Tocará hacer la machada en Logroño

Rioja2

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Duro golpe. 36-28. La defensa, que estaba encontrando su regularidad en los últimos encuentros, no estuvo a la altura. Tampoco la portería. Pero el poco acierto en el lanzamiento, sobre todo en los primeros compases, no ayudó en nada. Entre el ambiente y el tema arbitral, el BM Logroño permitió que el SKA Minsk, desde el arranque, tomara unas diferencias que provocaran a los riojanos ir a remolque. Al menos, tras el 9-2, hubo reacción gracias a Chiuffa para acercarse hasta el 10-8. Ahí se quedó el conjunto riojano, que vio como en un visto y no visto, los bielorrusos se iban al descanso con mucho hecho, 14-9. En la segunda mitad, los franjivinos no tuvieron en Moraz a su peor enemigo, el debe estuvo en la parcela defensiva y en la portería, 22 goles encajados. Una pasada. Lo mejor se puede decir que fueron los 8 goles abajo porque en los instantes finales incluso se fue perdiendo por diez (30-20, 33-23). Tocará hacer una auténtica machada el sábado que viene en el Palacio si se quiere superar la tercera ronda de la Copa EHF.

Le costó adaptarse al BM Logroño al nivel del dúo arbitral. Para cuando se quiso dar cuenta de que en cada una de las partes de la pista del Sport Palace Uruchje se pitaba con diferentes criterios el lastre era importante. 9-2 a los 16 minutos. Maroz estaba soberbio, paraba todo -Muñoz, Castro y Ángel Fernández se fueron de vacío con 3 tiros errados cada uno-, 12 lanzamientos hasta ese instante. Mientras que los franjivinos no estaban cómodos en ataque ante una defensa pegajosa, que dejaba siempre recado y que no era penalizada.

Era evidente que los riojanos estaban fuera de sitio. Kulesh, autor de los primeros tres goles de su equipo, lanzaba con solvencia, Brouka ayudaba, mientras que en las filas visitantes sólo Garciandia, supuso el 0-1, y Del Arco (fue el 7-2), podían con Maroz. Entonces cuando parecía que iba a ser difícil que las cosas se pusieran peor, ocurrió una doble exclusión de Garabaya y Castro casi seguidas, dejando al BM Logroño con cuatro jugadores de campo durante más de 60 segundos.

La lógica decía que el Minsk iba a sentenciar. Pues no. A partir de ese instante, Chiuffa tiró de los suyos. Marcó seis tantos -y eso que falló un siete metros- y sólo permitió que Garabaya se metiera entre medias para marcar. Fue el salvavidas de un BM Logroño que apretó las diferencias cuando Krupa encadenó varias paradas, alimentadas por una mejor actitud defensiva. El 10-8 en el minuto 26 era casi increíble. Parcial de 1-6 en una decena de minutos que debían indicar los pasos a seguir por los logroñeses.

Sin embargo, cuatro goles en cuatro ataques de los locales devolvieron a la realidad a un BM Logroño que comenzó sin la intensidad necesaria y que cuando le cogió el tono se encontró con otro arreón de un Minsk valiente y agresivo. Por lo tanto, de ese gratificante 10-8 se iba al 14-9 tras media hora de eliminatoria. Había que esperar a los acontecimientos de la segunda parte. La verdad, que no fueron buenos. El cuadro riojano apostó por la velocidad y los bielorrusos, también. En esa dinámica, el que más metía salía victorioso. Maroz ya no era el de la primera mitad, pero ni Aginagalde ni Kurpa eran capaces de evitar la sangría de goles.

Daba la impresión de que lo hacía muy fácil el equipo local. Si Kulesh fue una pesadilla, sobre todo, en determinados momentos, el central Padshyvalau destacó en la media hora final acribillando por uno y otro lado a los dos portero riojanos. El ucraniano Dontsov, el único jugador no bielorruso, se animó para contribuir a que los suyos fueran haciendo cada vez más grandes las diferencias. Y eso que dos tantos seguidos de Ángel Fernández, prácticamente iguales, invitaban a pensar en un acercamiento, 20-15 en el minuto 41.

Hubo varios minutos de equilibrio en los que ninguno de los dos conjuntos daba su brazo a torcer: el Minsk no terminaba de romper el duelo y el BM Logroño no se dejaba. Pero tras el 26-20 en el minuto 48, los locales dieron un paso adelante en sus opciones de meterse en la liguilla con un parcial de 4-0 gracias a tres tantos del Padshyvalau en poco más de tres minutos. Era necesario jugar con cabeza, no dejarse ir. Los diez tantos arriba de los bielorrusos eran una losa insalvable, pero se podía remediar algo y llevar al Palacio un resultados más ajustado. Garciandia empezó a soltar el brazo y los goles se intercambiaban porque los anfitriones veían puerta con mucha claridad, demasiad. Al menos, Krupa paró una y en la contra bien culminada de Ángel Fernández daba aire a los suyos, 33-25.

Muñoz y Vailupau acertaban desde los 7 metros, Ángel Fernández superaba a Maroz, Ushal hacía el último para los bielorrusos y Kukic, a 15 segundos del final, lograba el 36-28. Además, Miguel Sánchez-Migallón fue listo para impedir el ataque del Minsk y provocó un lanzamiento de Kulash con el tiempo ya cumplido. Una hora para aprender de los errores, para no centrarse en la labor arbitral -afectó pero no como para perder por tanta diferencia- y para tratar de darle la vuelta en siete días en el Palacio. Evidentemente, habrá que hacer una machada, aunque quizá el primer paso, el más importante, sea recuperarse de la derrota y del viaje para estar en condiciones este miércoles ante Puerto Sagunto. Ese encuentro sí que hay que ganarlo para tener tranquilidad. Lo que venga el próximo sábado será un añadido. Al menos, habrá que intentarlo dándolo todo.

FICHA TÉCNICA

SKA Minsk: Maroz (p), Sonchyk (4), Rudz, Khadkevich, Zhyla, Aliokhin (1), Padshyvalau (9), Kulesh (9), Kryvenka, Ushal (2), Dontsov (5), Brouka (3), Vailupau (3, 2p) y Bokhan.

BM Logroño: Krupa (p), Ángel Fernández (4), Garabaya (1), Miguel Sánchez-Migallón, Garciandia (6), Castro (2), Del Arco (4), Montoro, Muñoz (1p), Chiuffa (8, 3p), Kusan, Kukic (2) y Aginagalde (p).

Parciales cada 5 minutos: 2-1, 6-2, 8-2, 10-4, 10-6, 14-9 (descanso), 18-12, 20-14, 24-18, 28-20, 32-23 y 36-28 (final).

Árbitros: Robert Harabagiu y Silviu Stanescu (Rumanía). Excluyeron con dos minutos a los locales Zhyla (mins. 11 y 39), Kulesh (min. 35), Brouka (min. 45) y Ushal (min. 53) y a los visitantes Garabaya (mins. 16 y 44) y Castro (min. 17).