Esa pesetas que hemos guardado de recuerdo o simplemente por despiste pueden ahora aportarnos un ingreso extra. Y es que algunas de ellas son piezas de coleccionista, que pueden venderse hasta por 20.000 euros. Según El Mundo, el Banco de España calcula que, aproximadamente, todavía hay cerca de 1.650 millones de euros en pesetas sin canjear, el equivalente a 275.000 millones de pesetas. El plazo para cambiarlas finaliza el 31 de diciembre de 2020.
Una de estas monedas preciadas es la peseta de 1987. En 1982 se sustituyó la famosa peseta rubia por nuevas piezas de aluminio, de las que la pieza más revalorizada es la acuñada en 1987 con las iniciales E-87. Su precio ronda los 45 euros. Además, una moneda de 100 pesetas de 1983 puede alcanzar los 55 euros, el valor de una de 50 pesetas de 1984 ronda los 60-70 euros, por una de 25 pesetas de 1995 se pagan unos 100 euros y por una de 100 pesetas de 1969 hasta 400.
Las más caras para los coleccionistas son la moneda de 5 pesetas de 1975, con reverso del Mundial 82, por la que pueden pagarse entre 350 y 400 euros; la de 50 céntimos de 1949, cuyo valor ronda los 500 euros; la de 1 peseta de 1956, que puede alcanzar los 1.400 euros; la de 2,5 pesetas de 1968, que ronda los 1.700 euros. Pero la estrella sería la moneda de 5 pesetas acuñada en 1952, que puede alcanzar los 15.000-20.000 euros.