Si nada hubiera trascendido en estos últimos días, la medida podría haberse calificado como una mera decisión de gestión ante un aumento de las necesidades sanitarias. Sin embargo, si se tienen en cuenta las circunstancias que la rodean, se puede hablar más bien de un golpe de efecto.
El pasado martes comenzaban a escucharse algunas voces críticas, quejas en redes sociales procedentes de pacientes o incluso de los propios trabajadores. Ayer por la mañana todos los acontecimientos comenzaron a desencadenarse con rapidez. A primera hora saltaba la denuncia en boca del presidente del PR+: las Urgencias del San Pedro alcanzan un nivel máximo de saturación, con pacientes pasando días enteros en boxes e incluso en los pasillos, y otros ingresados en plantas que no les corresponden.
Desde Rioja2, comprobamos la noticia esa misma mañana en el Hospital San Pedro. Diversas fuentes nos confirmaron que en los últimos días habían estado ingresados hasta ocho adultos en la planta de Pediatría. Sin embargo, ya sólo quedaba uno al que, además, se le había comunicado poco antes que ese mismo día sería trasladado a la planta de Neumología, tal como correspondía a su patología. Habían empezado los movimientos.
La cuarta planta, la de Polivalentes, se encontraba cerrada y sin uso. Las habitaciones estaban vacías, sin camas, con las persianas bajadas y las ventanas abiertas de par en par. Sin rastro de pacientes. Sin embargo, un par de trabajadores comenzaban a mover muebles al fondo del pasillo. Otro se encargó enseguida de decir a los periodistas de este medio que no estaba permitido permanecer en esa zona del hospital. Todo parecía indicar que algo empezaba a moverse en esa planta fantasma.
Por la tarde se confirmaba el movimiento. Los pasillos de urgencias empezaron a despejarse y ya a las siete de la tarde el primer paciente llegó a la cuarta planta, donde todavía los electricistas y fontaneros ponían todo a punto. Golpe de efecto o medida necesaria, el caso es que finalmente los pacientes podrán tener una cama. Lo que no se sabe aún es por cuanto tiempo.
Y es que, según han informado varias fuentes del hospital, los contratos para las personas que van a trabajar en este servicio se han hecho con una duración inicial de una semana, del 8 al 15 de este mes, sin que nadie sepa qué pasará a partir de ese día.
Otra muestra de la improvisación con que se ha tomado esta decisión es la hora a la que los trabajadores fueron informados. Algunos recibieron la llamada del Seris a las 14,45 horas para incorporarse a su nuevo puesto un cuarto de hora más tarde.
La apertura de la cuarta planta del hospital, insisten, es a todas luces una medida temporal y “mucho nos tememos que sea una excusa para finalmente concertar más camas con lo privado”, dicen los trabajadores. De hecho, “no solo estamos hablando de la cuarta planta del San Pedro, en el Hospital de La Rioja hay cien camas sin utilizar y el San Pedro está preparado para doblar y poner dos camas en casi todas las habitaciones pero la realidad es que están jugando a otro juego, a concertar más camas con lo privado”.
“¿Por qué no se doblan camas en el San Pedro antes de ampliar conciertos con empresas privadas? Por no contratar a más gente y por mantener estas empresas privadas en detrimento de la sanidad pública”, critican.