El 21 de agosto es un día marcado en rojo en el calendario del ciclista riojano Carlos Coloma. Y es que un día como hoy de 2016 el albeldense se hacía con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Dando pases de torero, agarrándose la entrepierna y gritando “lo sabía”, Coloma cruzó la línea de meta por detrás del intratable suizo Nino Schurter y del checho Jaruslav Kulhavy. Sus primeras palabras tras cruzar la línea de meta aclaran su sentimiento: “Para toda España, para los riojanos y para mi familia. Esta medalla va para todos”.
Sólo dos días después, el ciclista era recibido por sus paisanos en Albelda en olor de multitudes en una plaza abarrotada.