La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado una encuesta para conocer el grado de satisfacción de los consumidores con la actuación de los cuerpos de seguridad. Según se desprende del estudio, la valoración es bastante positiva, pese a que en ciertos casos los ciudadanos no consideren a la Policía un ejemplo de eficacia.
El análisis de OCU pone de manifiesto que los usuarios no tienen la impresión de vivir en un país más inseguro que hace unos años: la sensación de seguridad en su localidad durante el día se mantiene en el mismo nivel que hace una década (con una valoración de 71 sobre 100), e incluso ha aumentado ligeramente por la noche (65 sobre 100).
No obstante, según la encuesta, aunque tres cuartas partes de la población cree que durante el día la criminalidad en su barrio es baja o muy baja, un 23% pasa a considerarla alta o muy alta cuando se pone el sol, y solo el 36% se siente totalmente tranquilo al usar el transporte público nocturno.
El punto de vista también varía según el lugar de residencia y las circunstancias personales. Así, cuanto más grande es el núcleo urbano, mayor percepción de criminalidad se tiene. Además, las personas mayores, las mujeres y aquellos que han sido víctima de un robo en los últimos 5 años, tienen una sensación de seguridad más baja.
La mitad de los encuestados opina que a la policía le faltan efectivos
La encuesta de OCU revela que no es de la Policía de quien se desconfía: el 53% de los encuestados tiene una alta confianza en ella, y solo el 11% la tiene baja. Al mismo tiempo, cuatro de cada diez la consideran muy eficiente y más de la mitad piensa que los agentes son educados y cordiales en el trato con la gente. Solo el 12% piensa que en ocasiones abusan de su poder.
En línea con estas impresiones, la Organización de Consumidores destaca que la satisfacción de los usuarios con muchas de las actuaciones policiales y con los trámites que se hacen con su ayuda es elevada. Resalta su apoyo a otros servicios, la información que pueden proporcionar en la calle o las gestiones para tramitar documentos.
OCU considera que, según los datos, parece que sea la carencia de efectivos y medios lo que compromete su labor. Al menos, ese es el parecer de casi la mitad de los encuestados, a los que hay que añadir el 36% que atribuye las limitaciones de las fuerzas de seguridad a sus condiciones de trabajo.
La Organización cree que este es un dato coherente comparado con el hecho de que el 59% piense que la presencia policial en su barrio es insuficiente durante el día y el 76% diga lo mismo respecto a la noche.
Jóvenes y personas con alto nivel de estudios, menos confianza en la policía
Hasta un 32% de ciudadanos opina que hay corrupción en la Policía. OCU afirma además que las diferencias de percepción son apreciables según el perfil del encuestado: a los jóvenes, las personas de alto nivel educativo y los votantes de izquierda les inspiran menos confianza los cuerpos policiales que a los mayores, las personas con educación media y los votantes de centro y derecha. Y la mitad norte del país desconfía más de las fuerzas de seguridad que la mitad sur y Canarias.
La encuesta desprende que hay pocas diferencias a la hora de valorar a los distintos cuerpos de seguridad (la Organización ha podido comparar entre Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d’Escuadra), al poner una denuncia en una de sus comisarías. Sin embargo, en la calidad de las instalaciones, los Mossos d’Escuadra salen mucho mejor parados que la Guardia Civil y la Policía Nacional. En otros aspectos, como el apoyo psicológico prestado, el porcentaje de muy satisfechos es bastante bajo en los tres casos.
Casi la mitad de los que presentan denuncias, insatisfechos con el resultado
La encuesta de OCU muestra que, en la capacidad para dar respuesta a los delitos, ninguno funciona como debería, según las personas que han sufrido uno. Los más comunes son robos de carteras y en casa, aunque también abundan robos y vandalismo de coches y bicis. Además, casi la mitad de los que presentaron una denuncia están muy insatisfechos con el resultado de las diligencias policiales.
OCU no considera sorprendente este resultado, teniendo en cuenta que en tres de cada cuatro casos no se logró identificar a quienes perpetraron el delito. Además, en un 15% de las denuncias, se identificó a los autores, pero estos no llegaron a pasar delante de un juez.
Además, el 76% de los robos terminan sin que la víctima recupere sus pertenencias. Por tanto, no es de extrañar que hasta un 64% de los encuestados opine que los pequeños delitos como los robos no son penalizados por la justicia en la medida necesaria.
Ante estas situaciones, el 22% ni siquiera se preocupó de poner denuncia. En la mayoría de las ocasiones porque no les merecía la pena tomarse la molestia; en dos de cada diez casos porque hacerlo les parecía muy complicado, y en el 11% porque la propia Policía les disuadió de hacerlo.
OCU cree que estos datos impiden a los usuarios ser complacientes con la tarea desarrollada por los cuerpos de seguridad, que, aunque se considere voluntariosa y llevada a cabo con buena disposición, a menudo no da los resultados exigibles.