Al menos tres manifestantes han muerto hoy en la ciudad yemení de Taiz por disparos de policías y militares al disolver una protesta política, según han confirmado a Efe fuentes de la oposición. La manifestación en Taiz, principal centro industrial del país, en el sur de Yemen, buscaba presionar para que el presidente Ali Abdalá Saleh renuncie al poder, como viene pidiendo la oposición desde el enero pasado. Los policías y los militares de la Guardia Republicana dispararon contra centenares de personas que participaban en la protesta en las principales calles de la localidad. Testigos presenciales relataron a Efe que en la protesta de hoy en Taiz los manifestantes utilizaron piedras y contenedores de basura para colocar barricadas con el fin de impedir la llegada de los vehículos de la Policía y del Ejército a los lugares donde se congregaban.
La oposición había convocado marchas de distintos puntos de la ciudad hacia la plaza de Al Huriya (La Libertad), en el centro de Taiz y donde irrumpieron el domingo pasado las fuerzas de seguridad para disolver a miles de manifestantes que estaban acampados desde febrero pasado. En esta operación en la plaza, que se extendió desde la noche del domingo hasta la madrugada del lunes, las fuerzas de seguridad utilizaron materiales antidisturbios y fuego real, lo que causó al menos catorce muertos y más de 150 heridos, según fuentes médicas.
Las protestas políticas que se desarrollan desde el domingo en Taiz se suman a las de la capital, Saná, donde la tregua que mantenían desde el jueves pasado fuerzas leales a Saleh y al influyente líder tribal Sadeq Abdalá al Ahmar quedó rota anoche al reanudarse los combates que estallaron el 23 de mayo en el barrio de Al Hasba . Al Garadi, representante de los hermanos Al Ahmar, dijo a Efe que las fuerzas de seguridad volvieron a bombardear la casa de Al Ahmar con distintos tipos de armas y rompieron así la tregua alcanzada el jueves pasado entre este jeque y el Gobierno.
En respuesta, los milicianos leales a Al Ahmar recuperaran anoche el control de las sedes del Ministerio de Administración local y del gobernante Partido del Congreso Popular General, en el barrio de Al Hasba, que habían mantenido en fechas previas y abandonado después.
Los choques armados entre la milicia de Al Ahmar y las fuerzas de seguridad estallaron después de que el presidente Saleh rechazara por tercera vez firmar una iniciativa presentada por el Consejo de Cooperación del Golfo para transferir el poder al vicepresidente .
Tras este aumento de la violencia, muchos temen que el país se encuentre al borde de una guerra civil.