SD. Teucro: Ristanovic; Markicevic (5), Dasilva (4), Sayad (3), Carrera (1), Benaches (2) y Curuvija (6, 3 pti.). También jugaron: Oscar Pombo (ps), Antonio Fernández, Roberto Álvarez, Kedzo, Tsybanev, Savkovic (1) y Borja Férnandez (1).
Naturhouse La Rioja: Aguinagalde; Aguirrezabalaga (1), Victor Vigo (2), Stojanovic (2), Isaías Guardiola (5), Marc Amargant (2) y Oneto (3). También jugaron: Torrego, Parra, Gedeón Guardiola (1), Jon Beláustegui (3), Baskin (2 pti.), Gauchi (1) y Velasco (3).
PARCIALES: 2-2 (5’); 5-4 (10’); 6-7 (15’); 7-9 (20’); 8-11 (25’); 10-14 (descanso); 13-15 (35’); 16-16 (40’); 18-18 (45’); 18-19 (50’); 21-22 (55’); 23-25 (final).ÁRBITROS: Muro San José y Rodríguez Murcia. Exclusiones: Markicevic, Sayad, Curuvija y Borja Fernández (2); Isaías Guardiola (2) y Oneto.
TEUCRO -23 NATURHOUSE 25
El Naturhouse La Rioja venció tras dos años de sequía ganadora fuera de su pista en el Pabellón Municipal de Deportes ante un SD Teucro que pecó en el primer periodo para dar ventaja suficiente al conjunto riojano para afrontar la segunda mitad mucho más holgado y con la moral por las nubes al tener controlado y en su mano esta victoria tan importante para el conjunto riojano. El SD Teucro llegó a colocar el empate por dos veces en el marcador, pero al final el Naturhouse supo administrar su ventaja y aprovechó sus superioridades en pista para mantener a raya al cuadro de Pontevedra para llevarse este triunfo histórico tras tanto tiempo sin saborear una victoria lejos de Logroño.
El encuentro tuvo dos fases claramente diferenciadas. La primera y la segunda mitad fueron totalmente opuestas, aunque el balance general favoreciera a los riojanos al final del encuentro. En una primera parte dominada por el Naturhouse La Rioja, el conjunto visitante colocó una defensa 5-1 que maniató el ataque gallego, creando continuas jugadas de contragolpe con el que colocar tierra de por medio. La defensa de los de Logroño rompió el juego de los de Pontevedra y congeló su punto fuerte, una primera línea que no supo moverse y que no dio los resultados esperados. El SD Teucro se movía con lentitud, no precisó su juego, no movió la pelota con velocidad y eso posibilitó muchos robos de balón por parte del conjunto riojano, que comenzó a marcar diferencias con contraataques que no dejaban poder de reacción a los gallegos. El 10-14 que reflejaba el marcador al descanso demostraba el buen planteamiento del Naturhouse, haciendo preveer que el encuentro iba a ser del conjunto riojano con suma facilidad si conseguía mantener el papel demostrado en la primera media hora tras el descanso.
Pero la segunda mitad fue muy diferente a la primera. Intercambiándose los papeles, SD Teucro y Naturhouse La Rioja parecieron otros equipos a los que habían saltado en la primera mitad. La defensa 5-1 de los visitantes no parecía ahora taponar las ideas ofensivas de los gallegos, que consumaron un mejor ataque contra esa defensa que parecía tan bien estructurada pero en la que se comenzaban a ver muchos espacios. Junto al desplazamiento del doble pivote por parte de Benaches hizo daño a la defensa, y el SD Teucro aprovechó este cambio de tónica para igualar el marcador primero a 16 y después a 18. Ya por entonces el combinado riojano cambió la defensa a un 6-0, y aunque mejoró sustancialmente el Teucro seguía viendo muchos espacios por donde efectuar con claridad su ataque y eliminando esos robos de balón que permitían a los visitantes hilvanar las dañinas contras.
Pero en los últimos quince minutos de partido, el SD Teucro se comenzó a evaporar, no supo aprovechar en los momentos cruciales del encuentro ni las superioridades ni materializar las jugadas claves y el equipo de La Rioja volvió a mandar en el marcador con diferencias de uno y dos goles. El conjunto gallego, precipitado, no pudo igualar el marcador de nuevo y el Naturhouse sólo tenía que mantener su pequeña ventaja para llevarse el partido. No le dio opciones a los gallegos y al final, el Naturhouse La Rioja consiguió el triunfo foráneo tras dos años sin hacerlo. La celebración, pues, no era para menos cuando el cronómetro consumió el último segundo de juego.