La Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios de Públicos de UGT (FeSP-UGT) ha denunciado “la penosa situación laboral que están sufriendo unos 80 médicos y 40 enfermeras que trabajan en dos unidades del Seris: los refuerzos de Atención Primaria y las Urgencias del Hospital San Pedro”.
Aseguran que los profesionales de estas dos unidades de trabajo están sometidos a unas jornadas laborales interminables, que sobrepasan ampliamente las 200 horas mensuales obligatorias, pudiendo llegar a doblar las horas de jornada mensual. “Esta situación se agrava con la falta de calendarios de trabajo, más allá del mes, y la continua disponibilidad a la que están obligados, lo que hace imposible que estos profesionales puedan conciliar su vida profesional con la familiar y personal”, aseguran.
Pero, además, según UGT, “estos profesionales están padeciendo una vergonzosa discriminación económica respecto a sus homólogos de los equipos de Atención Primaria y del Servicio de Urgencias Hospitalario, que se traduce en diferencias salariales muy significativas e injustas, ya que no respetan el principio de ”a igual trabajo, igual salario“.
Explica, por ejemplo, que los refuerzos de Atención de Primaria, a diferencia de los médicos y enfermeras de equipos de Atención Primaria, no cobran por cartillas sanitarias, kilometraje, ni prorrateo de guardias en periodo vacacional, cuando sustituyen a aquellos. Además, cuando cubren urgencias, no cobran nocturnidad ni festividad, y la cantidad que perciben por cada hora extraordinaria es mucho más baja que la que cobran otros colectivos asistenciales de Urgencias.
En la unidad de Urgencias Hospitalarias, UGT denuncia un trato desigual a la hora de pagar las horas extraordinarias dentro del mismo colectivo médico.
El sindicato alerta de que “la mayor parte de la presión derivada del déficit médico de Atención Primaria y Urgencias hospitalarias está recayendo sobre los profesionales de estas dos unidades, cuya sobrecarga horaria puede repercutir en la calidad asistencial de las urgencias ofrecidas a los ciudadanos riojanos”.
Por eso, UGT reclama que la Administración tome cartas en el asunto de manera urgente para revertir esta situación que, “además de ser muy injusta, desmoraliza a los profesionales que la sufren. En el actual contexto de déficit médico, esta discriminación es un obstáculo más a la hora de fidelizar a los profesionales que se forman en nuestra comunidad y de atraer a los de otras regiones”.
El sindicato exige a la Consejería de Salud una gestión a la altura de la crítica situación en la que se encuentra la sanidad riojana, concretamente la Atención Primaria y el Servicio de Urgencias hospitalarias, “con plantillas insuficientes y/o no cubiertas”. En este sentido, UGT solicita un plan de choque urgente, consensuado con los profesionales, para, entre todos, mejorar esta situación, a la espera de que el Consejo Interterritorial y el Ministerio de Sanidad también tomen medidas, a medio y largo plazo, que pasan por hacer una buena previsión de las necesidades.