Un australiano residente en el estado de Victoria (sureste) violó a su hija cotidianamente durante 30 años desde que ésta tenía once años, un incesto del que nacieron cuatro hijos, según ha revelado hoy el diario local 'The Herald Sun', que señala que los trabajadores sociales mantenían contactos con la familia desde hace tres décadas.
Los trabajadores sociales han pedido una investigación completa sobre este asunto después de las numerosas quejas de que las autoridades fallaron a la hora de investigar el presunto abuso, a pesar de que estaban avisados desde hace décadas, indica el diario.
El diario también ha hablado con los vecinos de la familia, que señalaron que tenían sospechas del abuso pero que no avisaron a las autoridades porque no querían causar problemas. Mientras, la madre de la víctima afirma que no era consciente del abuso, a pesar de compartir la casa con su hija, su marido y sus nietos hasta el año 2005.
Al parecer, el hombre mantuvo a su hija prácticamente como una prisionera, y la amenazó con maltratar a su mujer y a sus hermanos mientras la violaba en diferentes propiedades, en Melbourne y en Victoria.
Al parecer, las presuntas violaciones comenzaron cuando la víctima tenía once años, en la década de los setenta, y continuaron hasta 2007. La Policía conocía el presunto abuso desde 2005, cuando la mujer lo denunció, pero no pudieron actuar porque la víctima no quería cooperar con la Policía por el miedo que tenía a su padre.
La mujer dio a luz a cuatro de los hijos de su padre, todos en hospitales de Melbourne. Los que asistieron a la mujer afirman que ninguno de los certificados de nacimiento de los niños registran el nombre del padre, y que todos los recién nacidos tenían problemas de salud y de desarrollo.
A pesar de que uno de los hijos que la víctima tuvo con el padre, una niña, murió de problemas de desarrollo graves, y que los otros tres menores tenían también problemas de salud graves, ningún profesional sanitario informó de estos problemas preocupantes sobre la mujer, que ahora superaría los 40 años, a la Policía ni a otras autoridades, aumentando las preocupaciones sobre por qué estas preguntas no fueron hechas en su momento.
La causa de la muerte de la niña se atribuye a un fallo respiratorio, a una enfermedad pulmonar crónica, unas vías respiratorias anormales y otros problemas de salud. La mujer y los niños supervivientes viven ahora en una casa segura y son atendidos por las autoridades.
Diferentes fuentes señalan que se comunicaron varios aspectos preocupantes sobre el padre y la familia a los trabajadores sociales hace más de 30 años, pero que no se tomó ningún tipo de medida.
La madre de la mujer, que aún está casada con el presunto violador, ha negado conocer ningún asalto o quién es el padre de sus nietos. Según el diario, el padre podría ser acusado de, literalmente, miles de delitos. El presunto violador fue detenido el pasado mes de febrero, el mismo mes en que los fuegos arrasaron el estado de Victoria.
LAS PRUEBAS CONFIRMAN LAS VIOLACIONES
Aunque negó haber violado a su hija, fue acusado después de que las pruebas médicas revelaran que es el padre de los hijos de su hija. El padre, que supera los 60 años, fue acusado en un primer momento de más de 80 cargos, y permanece bajo custodia a la espera de comparecer ante un tribunal el próximo mes de noviembre.
Por su parte, la madre aseguró que su hija siempre había dado respuestas imprecisas cuando se le preguntaba quién era el padre de los niños. “Solía decir algo sobre discotecas y conocer a un chico, pero entonces se callaba”, declaró la madre al diario. También confirmó que la familia estaba en contacto con los trabajadores sociales desde hace más de 30 años.
Tres de los cuatro hijos que tuvo con su marido murieron jóvenes, dos por muerte súbita y otro por asfixia, y describe a su marido como un hombre de mal humor y agresivo, pero nunca sospechó que fuera un agresor sexual. “Un día se levantó y se fue, y no he vuelto a saber de ella durante años, lo primero que supe de mi hija fue cuando la Policía vino a arrestar a mi marido”, afirmó.