Representantes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y la Unión de Oficiales (UO) han desafiado las advertencias de sanción emitidas el lunes por la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, que dirige Francisco Javier Velázquez, y se han concentrado en las proximidades del Ministerio del Interior en defensa de sus condiciones laborales. El acto contó con la lectura de un manifiesto y finalizó con la entrega de una carta al ministro para transmitirle sus exigencias así como las quejas por el comportamiento de Velázquez contra el que estudian emprender acciones legales.
“Ya vale ya de amenazas, vamos a presentar un carta formal y haremos algunas acciones contra la actitud de Velázquez, incluso estamos barajando emprender acciones judiciales”, ha anunciado Moya. “Hemos venido unos cien dirigentes de las dos asociaciones de toda España para reivindicar una jornada laboral digna, la actual nos impide conciliar la vida laboral con la familiar y trabajamos 22 horas más que un policía nacional”, ha denunciado.
Asimismo, han solicitado la “unificación de escalas” ya que, a su juicio, “en la Guardia Civil existen dos velocidades: los de primera que provienen de la Academia del Ejército y los que provienen de la promoción interna”. Por su parte, con la entrega de la carta al ministro, Moya manifestó su esperanza por que “se abra de una vez el diálogo para solucionar el conflicto”.
Ya en la lectura del manifiesto, Moya ha señalado al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y a Velázquez como “responsables del clima de conflicto, frustración y descontento que vive actualmente la Guardia Civil por no atenderse debidamente estas básicas y elementales cuestiones de dignidad profesional”.
La concentración tuvo lugar en los aledaños de la Plaza de Colón en el Paseo de la Castellana de Madrid, pero en la acera contraria del Ministerio del Interior. La convocatoria, que estaba dirigida únicamente a los representantes de ambas asociaciones y no a sus militantes, congregó a varias decenas agentes que portaban todos la boca tapada con unas cruces rojas en señal de censura y un cartel en el que se podía leer “Soy guardia civil”. Algunos de ellos iban ataviados con el clásico tricornio y la capa la Guardia Civil.
“¡RUBALCABA Y NUESTRA JORNADA!
Los presentes, situados tras una pancarta en la que se leía “Por una jornada laboral digna. No más recortes”, profirieron gritos como “Rubalcaba ¿y nuestra jornada?” o “Velázquez ¿dónde está? Velázquez dimisión”. El acto de hoy ha servido como paso previo para la manifestación convocada también en Madrid para el día 18 de septiembre que culminará ante la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil y para la que los representantes anunciaron hoy una asistencia de miles de personas.
Los presentes hoy desafiaron la circular que ayer envío el Ministerio del Interior, por medio de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, “a todas las unidades de la Guardia Civil” en la que se les advertía de las “consecuencias disciplinarias” que puede provocar su participación en la concentración.
En concreto, en la circular se “recuerda que sobre los miembros de la Guardia Civil pesa legalmente la expresa prohibición legal de organizar y de asistir a cualquier tipo de reunión o manifestación portando armas, vistiendo uniforme o sin respetar el deber fundamental de neutralidad”. Para ello citaba jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
“Este deber de neutralidad impone a todos los miembros del Instituto Armado la obligación de abstenerse de organizar y de asistir, en su condición de tales miembros de la Guardia Civil, a reuniones o manifestaciones públicas que tengan connotaciones de carácter político y sindical”, añadía el escrito.
Por todo ello se advertía de que “la transgresión de cualquiera de las prohibiciones y deberes a que se hace referencia en la misma puede ocasionar las correspondientes consecuencias disciplinarias conforme a lo dispuesto en el Régimen Disciplinario de la Guardia Civil”.
PERMISO DE DELEGACIÓN DE GOBIERNO
En cualquier caso, la concentración estaba autorizada desde el pasado 31 de agosto por la Delegación del Gobierno en Madrid en un escrito en el que defendía que “el derecho de reunión (pacífica y sin armas)... que se configura como exponente de la libertad de expresión y su ejercicio no es ajeno a los miembros de la Guardia Civil y de las Fuerzas Armadas, sin perjuicio de lo establecido en las leyes específicas (Régimen Disciplinario de la Guardia Civil)”.
Así, la Delegación del Gobierno se limitaba a recordarles que deben “respetar el deber fundamental de neutralidad política propia de la condición de militar” y la “prohibición de portar armas y uniforme”, además de otras apreciaciones como el lugar que debían ocupar frente al Ministerio para no entorpecer la circulación.
LA UO ANTE EL DEFENSOR DEL PUEBLO
Además, la UO denuncia que la “modernización del Cuerpo que prometió el ministro del Interior en la sesión constitutiva del Consejo de la Guardia Civil ha quedado en nada” y censuran que “ni se avanza en la eliminación de los agravios que existen con respecto a otros cuerpos policiales ni mucho menos quieren oír hablar de la actualización de la Ley de Personal o de la unificación de las escalas de oficiales”. Por todo ello, anunciaron que se trasladarán hasta la sede del Defensor del Pueblo para hacer entrega de unas 400 quejas.