Ya está aquí otra vez. Hoy, a las cinco de la tarde, vuelve el derbi del fútbol riojano: Unión Deportiva Logroñés - Sociedad Deportiva Logroñés. El último del año pero no de la historia. Hubo un tiempo en el que este partido tenía un carácter más inglés por aquello de que un equipo era el del norte del Ebro y el otro el del sur. Ya no. Ahora comparten, además de colores, gentilicio en su nombre y categoría, también estadio. No así afición. Relación ésta última prácticamente irreconciliable.
El momento deportivo de ambos no es malo. Tampoco bueno. En un grupo tan igualado como el de esta temporada, la SD Logroñés marcha novena, con veintidós puntos, a cuatro del ascenso y a seis del descenso. La UD Logroñés va duodécima con dos puntos menos. Para saber a cuantos está de los puestos que dan derecho a pelear por subir a la Liga Adelante o bajar a Tercera, echen cuentas con los de su rival.
Los entrenadores Agustín Abadía y Raúl Llona no han querido dar pistas sobre posibles alineaciones porque los dos se conocen bien. Míticos jugadores del fútbol regional hoy sentados en los mejores banquillos a los que pueden aspirar dentro de la comunidad. Todos los efectivos disponibles han sido llamados a formar. Veinte en la SDL, por las lesiones de Jorge Herreros y Metola; y veinte en la UDL, ya que Javier Pascual está enfermo.
Aventurarse a dar una alineación es difícil con los técnicos jugando a la zapatilla por detrás, al escondite inglés y al gato y al ratón, todo a la vez. Abadía no es hombre de cambios. Llona, en cambio, sí suele hacer variaciones, sobre todo arriba, donde ni él ni el equipo dan con la tecla. Sobre las cuatro de la tarde saldremos de dudas y a las cinco el balón echará a rodar. Partido distinto, con algo especial para todos los que acuden al estadio pero que apenas tiene reflejo en una sociedad cada vez más alejada de Las Gaunas.
> El derbi paranormal, por José Luis García Íñiguez.