Se sabe a qué hora se entra en Ikea pero es difícil calcular la hora de salida. Horas eligiendo el sofá, la estantería o los accesorios de la cocina. Una tarea difícil, para muchos una misión imposible. Por esta razón, un internauta inglés ha decidido traducir, o al menos buscar el significado oculto que hay detrás de esos nombres y elaborar un diccionario en el que explica qué significa cada nomenclatura.
Y es que si desconocen una KALLAX o para qué sirve un BRÄDA, este diccionario te será de utilidad porque la mayor multinacional de muebles del mundo lleva casi sesenta años ayudando a decorar los hogares de todo el planeta, pero los nombres de sus artículos siempre han llamado la atención de los clientes.
La marca creada por Ingvar Kamprad ha ideado un nombre para todos y cada uno de sus diseños. Y aunque parezcan nombres elegidos al azar, guardan una lógica que muy pocos conocen. Solo hay que echar un ojo al nombre de la empresa. Ikea nace cogiendo la primera letra del nombre y apellido de Ingvar Kamprad, el fundador, Elmtaryd, la granja familiar, y Agunnaryd, la aldea en la que se crió.
Y es que en Ikea todo tiene un nombre coherente... dentro de su lógica interna. Por ejemplo, para designar la nomenclatura de mesas, sillas o estanterías, la firma de muebles utiliza nombres escandinavos de chico como Alex, Tobías o Billy.
En esa línea, los artículos de baño tienen nombres de los lagos o reservas de agua suecas. El caso más conocido es el taburete Bolmen, que es un lago ubicado en el sur de Suecia. Para lo muebles de exterior Ikea usa nombres de islas escandinavas.
Para las camas, sofás o sillones, Ikea se inspira en nombres de lugares como la cama Orje, ciudad cercana a Oslo o el sillón Melby. Si en tu casa tienes a Ofelia, Matilda, Sofía o Ritva, lo más seguro es que renovases tus cortinas y demás objetos textiles en el Ikea más cercano.
Uno de los objetos más cotizados de la compañía son sus lamparas. Para denominar a éstas utilizan nombres de unidades de medida, estaciones, meses o, simplemente, días de la semana en sueco.
Las cajas, los cuadros y marcos, los relojes... todo lo que sirva para colocar en una pared debe su nombre a expresiones del argot sueco. El caso más curioso es el de las librerías. En este caso, se utilizan nombres de trabajadores de la empresa. Si tienes una librería Billy, es necesario que sepas que debe su nombre al empleado Billy Likjedhal.