Durante los dos últimos días, la ciudad de Maiduguri, en Nigeria, ha vivido un absoluto caos debido a los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad nigerianas y los milicianos del grupo islamista Boko Haram. Estos combates han dejado 103 muertos, en su mayoría asaltantes, según ha informado el portavoz de la Policía local, Isa Azare.
El portavoz ha asegurado que 90 de los muertos eran miembros de Boko Haram (la educación es pecado), un grupo islamista dirigido por el clérigo Mohamed Yusuf, mientras que también fallecieron ocho policías, tres funcionarios de prisiones y dos soldados.
Sin embargo, el balance es inferior al ofrecido por el diario local 'The Guardian', que hablaba de 154 muertos sólo en Maiduguri, capital del estado de Borno.
El gobierno de Nigeria ha reforzado la seguridad en todo el norte del país. El presidente nigeriano, Umaru Yar'Adua, ha dado órdenes de que “no se escatimen esfuerzos en identificar, arrestar y llevar ante la justicia a los líderes y miembros de las sectas extremistas implicadas en los ataques”, indicó su portavoz, citado por el diario 'This Day'.
Además, el mandatario pidió que “se refuerce la seguridad en todos los Estados vecinos y que se ponga al personal de seguridad en máxima alerta para garantizar que los ataques no se extiendan”.
Según ha informado la cadena de televisión BBC, el Ejército ha erigido controles de carretera e impuesto el toque de queda desde el atardecer hasta el amanecer en las zonas afectadas en los estados de Yobe, Kano, Borno y Plateau.
Esto no habría impedido que, según la agencia Reuters, se hayan producido tiroteos esporádicos durante la noche pese al toque de queda en Maiduguri. “Hubo disparos aislados durante la noche pese al toque de queda”, relató a la agencia un testigo en la ciudad.