Las nuevas tecnologías y el uso de redes sociales están cada vez más extendidas en la sociedad. A pesar de ser cuestiones ya habituales, los expertos aseguran que aún falta concienciación sobre esta cuestión, especialmente cuando se trata de la exposición de los propios hijos. Tratándose de menores, los riesgos son aún mayores, y su sobreexposición tiene ya nombre propio: el 'Sharenting'.
Esta práctica, según ha explicado el doctor en Sociología y docente del Máster Universitario en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento de UNIR, Víctor Renobell, “es un problema que está llegando con las redes sociales y que afecta a las familias que suben imágenes con menores”.
De hecho, según los datos ofrecidos por el doctor en una entrevista con Europa Press, “los hijos están apareciendo cada vez más en las plataformas. A pesar de que sólo se puede tener acceso a esas plataformas a partir de los catorce años, el 30 por ciento de los menores de diez años ya tienen móvil, y cuando se llega a los doce son ya el 70 por ciento”.
En el caso de los adultos, “el 95 por ciento ya pertenece a alguna plataforma”, según Renobell.
La problemática “básica” del sharenting, pasa por “la decisión del propio niño de no querer aparecer en las redes”, hasta situaciones más serios. “Lo vemos en los casos de famosos o familias mediáticas, por ejemplo 'las Kardashian', en los que los niños empiezan a salir desde muy pequeños y después mantener su anonimato es imposible”, ha comentado el profesor. “Si alguno de estos niños quiere luego tener una vida en el anonimato, va a ser imposible porque sus padres ya han comercializado con ellos”.
Otros riesgos venidos de la publicación de imágenes de los hijos, ya que “una vez estás en las redes no puedes desaparecer”, puede ser la suplantación de la identidad, el acoso, “que afecta a la propia psicología y autoestima de los niños”, e incluso delitos de ámbito sexual, como ha relatado el docente.
En la actualidad se encuentran además casos en los que los propios hijos, al llegar a la edad adulta, pueden denunciar a sus padres por publicar estas fotos sin consentimiento y negarse luego a borrarlas. El experto, ha relatado uno de los casos más recientes y sonados en los Países Bajos, en el que “una abuela fue denunciada, en este caso por los padres de los niños, porque ponía fotografías de sus nietos y fue obligada por un juez a borrarlas”.
Sin embargo, “lo que sale en Internet es difícil que desaparezca aunque lo dicte un juez”. Incluso los menores pueden denunciar, “hay normativas que los amparan. La imagen de uno mismo pertenece a uno mismo y la persona decide si quiere o no aparecer en un sitio”, ha subrayado Renobell.
Las consecuencias del sharenting pueden pasar por multas y la obligación de eliminar las imágenes. “Hoy en día es fácil que un juez acabe dictando que se elimine una fotografía que se ha publicado sin tu consentimiento”, según el profesor.
Ante esta situación, la recomendación a los padres por parte del doctor es clara: “lo mejor es tener un poco de sentido común y asesorarse sobre el derecho a la propia imagen. Los propios niños pueden decir si quieren o no aparecer en las redes sociales de sus padres. Llegados a los once o doce años, se debe además entablar una conversación sobre este tema. Se necesita además formación para poder tener unos criterios”.
El docente ha expresado la reflexión de que es posible publicar de manera segura, pero “debemos ser responsables como adultos. No debemos demonizar el publicar en las redes, pero tenemos que saber lo que implica. No publicar de manera loca o rápida, si no tener un tiempo de meditación”.