La Inspección para el Control de la Calidad de los productos agroalimentarios coordinada por dos fiscalías de diferentes zonas de Italia, está investigando desde hace seis meses un posible fraude en la elaboración del vino.
Según la investigación, que ha identificado y retirado todo el vino sospechoso, “el vino contenía una mezcla de sustancias, tales como agua, azúcar, diversas sustancias químicas, fertilizantes y ácido clorhídrico”, (ácido utilizado para transformar el azúcar añadido en vino y está prohibida por la Ley). El vino autentico procedente de mosto de uva no superaba el 30% del contenido por litro.
Se trata de al menos 700.000 hectolitros, envasado en cerca de 40 millones de envases de vidrio de 1 y 2 litros y en envases de cartón de 1 y 3 litros, puesto a la venta en tiendas y supermercados como vino de bajo precio con un precio comprendido entro 70 céntimos y 2 euros el litro.
La investigación se inició en dos empresas del Sur, la Enoagriexport y la Tirrenia Vini ambas de Massafa (Taranto) y prosiguió en otras empresas del Norte de Italia. En los locales de las empresas se han encontrado documentos falsificados. Según los magistrados estas empresas están vinculadas al crimen organizado, es decir, a la mafia de Puglia y Sicilia.
Entre las 20 empresas implicadas hay 8 de las provincias del Norte y Centro de Italia: Alessandria, Bologna, Brescia, Cuneo, Modena, Perugia y Verona.
Durante la visita al Pabellón de la Puglia en la 42ª Edición de Vinitaly (la feria vitivinícola más importante de Italia), el Ministro De Castro fue preguntado por el reportaje publicado por “L’Espresso”, titulado “Benvenuti a Velenitaly”, que destapaba el caso. De Castro defendió que “el viñedo de la Puglia mantiene un crecimiento constante y que su nivel cualitativo no se puede discutir a causa de uno o dos casos poco honestos que enfangan el buen nombre de esta región”.
Para el Ministro es necesario actuar con claridad pero sin querer a toda costa dramatizar y exagerar.
El Asesor Regional para la Agricultura, Enzo Russo, siguiendo la línea del Ministro ha dicho que espero que los tribunales actúen rápida y duramente contra aquellos que consideran terroristas del vino.
Todo el sector ha reaccionado manifestando la necesidad de perseguir a los culpables de fraude pero sin criminalizar a todo el sector vitivinícola italiano, se debe garantizar la calidad, por lo que son importantes los controles institucionales, para restituir la confianza de los consumidores.