Un joven radical propina una paliza a otro en el Metro de Madrid

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El agresor y la víctima de la pelea ocurrida en el Metro de Madrid el pasado 12 de marzo eran de ideologías distintas, se habían conocido en las redes sociales y se habían retado por Internet, informó la Jefatura Superior de la Policía.

Según explicó, ese día dos policías nacionales fuera de servicio observaron una agresión de un individuo a otro en el Metro de Delicias. Rápidamente, los agentes actuaron y lograron la detención del agresor.

La víctima, tras una primera asistencia por Samur-Protección Civil, acudió por sus propios medios a un centro hospitalario y posteriormente presentó la correspondiente denuncia. Las diligencias fueron tramitadas por la Brigada Provincial de Información, ya que ambos jóvenes son de ideologías ultras contrarias y se conocieron a través de foros de Internet y de las redes sociales, donde habían manifestado su animadversión.

El agresor es Raúl. B.A , de 19 años, y el agredido es Aitor H.A., de 18 años. Ambos carecen de antecedentes policiales. El supuesto autor de los hechos se encuentra en libertad condicional a la espera del juicio, donde se determinará las causas de la agresión y si existe un agravante por motivos ideológicos, como así se determinó en el juicio contra Carlos Palomino, un adolescente antifascista que murió apuñalado en el Metro de Legazpi por las heridas de arma blanca propinadas por un joven que acudía a la manifestación de un partido ultraderechista.

LAS IMÁGENES DE LA AGRESIÓN

Según las imágenes de la agresión el joven fue brutalmente agredido cuando viajaba en un tren de Metro a la altura de la estación de Delicias por parte del otro joven, que dijo ser antifascista.

La víctima volvía desde su trabajo en Metro sobre las 21.20 horas del pasado 12 de marzo, cuando sin mediar palabra, Raúl le agredió brutalmente con varias patadas en la cara y puñetazos, dejándole dos semanas de baja con una lesión en el ojo derecho, por la que necesita tratamiento oftalmológico.

En las imágenes del Metro se ve cómo el agresor pasa por delante del agredido que, sentado, retira un poco las piernas para dejarle pasar. A continuación, el agresor tira su mochila en un rincón y, sin mediar palabra, propina una patada en la cara al agredido. A partir de ahí, le lanza múltiples puñetazos y otra patada sin que la víctima pueda defenderse.

Todo termina cuando intervienen dos policías que estaban por casualidad en el vagón. Durante toda la agresión, las personas que estaban a su alrededor apenas salen de su asombro y sólo se ve un par de manos que intentan detener al agresor.

SENTADOS EN LA MISMA MARQUESINA

Según recuerdan los propios familiares de la víctima, el agresor se identificó ante la Policía como “antifascista”. Por su parte, el agredido asegura que éste sólo repetía que cuando “ve a un fascista le pega”, a pesar de que el agredido sostiene que no tiene ninguna relación con la política o grupo de ningún tipo.

Tal y como recoge la denuncia hecha en el Hospital 12 de Octubre, donde fue atendido el joven y pasó una noche ingresado, el propio agredido declaró que sólo había coincidido con su agresor “en el transporte público en sus desplazamientos del trabajo”.

“Nos hemos sentado al lado en la marquesina algunos días y nunca me dijo nada. No lo entiendo”, repite. Después de 10 días en prisión, el agresor salió en libertad provisional con una orden de alejamiento de 500 metros, aunque el agresor sigue coincidiendo en el transporte público con su víctima.