Un juez federal en Estados Unidos ha ordenado la liberación de 17 chinos musulmanes retenidos en la prisión militar de Guantánamo. El magistrado Ricardo Urbina ha leído la resolución y confirma las apelaciones de los miembros del grupo étnico uigur, de religión musulmana, que solicitaba asimismo el permiso de entrada de sus miembros arrestados en Estados Unidos.
En este sentido, el juez ha explicado que no existe ninguna evidencia de que los detenidos, que llevan encerrados casi siete años, sean “combatientes enemigos” o supongan un riesgo para la seguridad. Así, rha recordado que la Constitución norteamericana impide el arresto indefinido sin una causa.
Esta sentencia supone un nuevo varapalo para la Administración de George W. Bush, ya que mantiene que los juzgados federales no son competentes para adoptar este tipo de decisiones. Los abogados de los 17 beneficiados por la sentencia aseguran que el fallo marca un hito al permitir a los liberados quedarse en Estados Unidos.
La organización 'Human Rights Watch' aplaude en un comunicado que “una vez más, un tribunal federal rechaza la teoría de la Administración Bush de que puede saltarse las apelaciones judiciales y los derechos constitucionales”. La portavoz de la ONG, Jennifer Daskal, apunta que los 17 detenidos por fin han recibido “el auxilio judicial que se merecen”.