La Junta de Gobierno local aprobó en sesión extraordinaria la licitación de los sistemas tecnológicos asociados a la gestión y regulación de los servicios de la nueva estación de autobuses de Logroño por un importe de 1.055.121,63 euros y un plazo de ejecución de tres meses.
El contrato, está dividido en tres lotes, y comprende la gestión de todos los servicios que se prestarán a los viajeros y a los transportistas usuarios de la estación de autobuses, así como la facturación de los servicios y el control de accesos.
Entre estos servicios, figuran el sistema de información al viajero, el sistema de ayuda a la explotación, el sistema central de gestión, la relojería y sincronización horaria de los sistema de la estación, otros sistemas de información (portal web, app), servicio wifi gratuito, sistema de seguridad y control de accesos, el centro de proceso de datos y centro de control, y el cableado e instalaciones tecnológicas.
Las denominadas instalaciones de gestión y del control de accesos deberán integrarse en la plataforma 'smart Logroño', con lo que se profundizará en el modelo de gestión inteligente que está desarrollando el Equipo de Gobierno y que sitúa a los logroñeses en el centro de la gestión de los recursos y servicios públicos.
La construcción de la nueva estación de autobuses es uno de los proyectos más importantes de la ciudad de Logroño en décadas, como explican desde el equipo de gobierno, y forma parte de la gran transformación de la ciudad que supone el soterramiento del ferrocarril a su paso por Logroño.
La nueva estación de autobuses creará un complejo intermodal de transportes con la actual estación del ferrocarril, frente a la que se construye, conectándose mediante una cúpula que supondrá la prolongación del parque Felipe VI.
El edificio, arquitectónicamente igual que el del ferrocarril, contará con una superficie superior a los 9.400 metros cuadrados, de los que 600 serán destinados al vestíbulo en el que se ubicarán las taquillas y locales comerciales y cafeterías. Se adecuará asimismo una sala de espera de más de 1.000 metros cuadrados con comunicación directa a las dársenas; éstas serán 27 para vehículos en servicio y 13 en espera. Se estima que la estación de Logroño dispondrá de una actividad diaria de 400 movimientos, sumando salidas y llegadas.