Los primeros resultados de la segunda y definitiva vuelta de las elecciones municipales y cantonales francesas han confirmado la victoria de la izquierda en la mayoría de las principales ciudades galas y certificado el primer fracaso electoral de la UMP, el partido que apoya al presidente Nicolas Sarkozy, a tan sólo diez meses de su llegada al Elíseo.
París, Lille, Toulouse, Estrasburgo, Rennes, Pau, Metz, Périgueux, Amiens, Saint-Etienne, Belfort, Anyers, Amiens o Blois estarán gobernadas por la izquierda mientras que la UMP, además de conservar Marsella, lo hará en Aix-en-Provence, Nancy, Mulhouse, Niza, Le Havre, Calais y Neuilly. En Pau, el líder del MoDem, François Bayrou (39%) fue derrotado por la socialista Martine Lignières-Cassou (39,5%).
El primer ministro, François Fillon, intentó relativizar la llamada 'marea rosa' que ha hecho escorar hacia la izquierda el nuevo mapa del poder local en Francia al considerar el resultado de los comicios como una “recuperación” de las posiciones perdidas por la izquierda en los comicios de 2001.
“En 2001, la derecha y el centro ganaron ampliamente las elecciones municipales. Hoy la izquierda ha recuperado parcialmente esa situación. Cada comuna, cada cantón tiene sus especificidades y, por lo tanto, no se pueden extraer de estos comicios lecciones nacionales”, advirtió. A su juicio, la importancia de los “retos” locales y la escasa participación en los comicios, lo impide.
También avisó de que el voto de los franceses “no debe ser instrumentalizado por consideraciones partidistas”. “No se puede mezclar todo. La política de Francia, los electores la han elegido en las elecciones presidenciales y legislativas mayoritariamente”, declaró.
Asimismo, remachó que, tal y como se comprometió a hacer el presidente francés, Nicolas Sarkozy, el Ejecutivo va a seguir esta política “porque hace falta tenacidad para reformar el país y porque el respeto de la democracia exige el respeto de los compromisos adquiridos”.
Fillon agregó que, incluso siendo “difuso y disperso” se deriva de estas elecciones un mensaje, el de una fuerte abstención que debe interpelar a todo el mundo. En este contexto, consideró que tras diez meses intensos de reformas, los franceses esperan todavía “mucho más” del Gobierno. “No esquivaremos las dificultades”, concluyó.
A falta de confirmación oficial, los sondeos a pie de urna otorgaban un porcentaje de voto del 49,5% a la derecha, frente al 47,5% de la derecha, según el estudio realizado por CSA para 'Le Parisien'. El mismo instituto demoscópico arrojaba un preocupante dato de abstención del 35%, la más alta en 49 años en Francia.
UN 'CONTRAPODER'
El primer secretario del Partido Socialista Francés (PSF), François Hollande, subrayó que la izquierda ha logrado una mayoría de votos y de ciudades en las elecciones municipales celebradas ayer convirtiéndola así en una especie de “contra-poder”. Además, reclamó al presidente Nicolas Sarkozy “corregir” la política que ha llevado a cabo durante los diez últimos meses.
“Si la izquierda es mayoritaria eso significa que la derecha es minoritaria”, declaró en TF1 recordando a renglón seguido que el presidente Sarkozy había dicho que “escucharía” el mensaje de los franceses. “Si la izquierda es mayoritaria, la conclusión del presidente debe de ser corregir la política que ha llevado a cabo desde hace diez meses”, agregó, sugiriéndole que comience por él mismo el “reajuste” que debería tener lugar tras la celebración de los comicios.
“Puede que la primera remodelación que tenga que hacer sea la de él mismo, su comportamiento y su manera de hacer”, dijo. “Nuestro primer ministro deber es estar a la altura del resultado que es una muestra de confianza para nuestra gestión de los territorios”, aseguró el líder socialista.
Por su parte, la ex candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal, consideró que ahora “hará falta reparar lo que el Gobierno ha destruido y estropeado” durante diez meses y, por eso, las ciudades socialistas “reforzadas por la victoria de esta noche estarán al lado de los franceses contra toda forma de regresión a la que la derecha condena a Francia”.
Royal denunció que “la precariedad lo invade todo” y el nivel que a su juicio han alcanzado las desigualdades en sanidad o educación. “El Gobierno ha dicho que escucharía el mensaje de los franceses, pues que lo haga y que cambien su política y su comportamiento” dijo Royal, quien de manera inmediata pidió a Sarkozy renunciar a las medidas fiscales “injustas” ya tomadas y las que se preparan para el futuro.