El Centro Cultural Caja Rioja-La Merced acoge la exposición ‘Vampiros’, que puede visitarse hasta el 5 de noviembre, una muestra sobre los vampiros a lo largo de la historia. Permanecerá abierta de lunes a sábado, excepto festivos, de 18 a 21 horas.
Hay pocos temas que resulten tan atractivos desde el primer momento que se sugieren, como el de los vampiros, y es que ya se consideren reales o ficticios, han traspasado fronteras y siglos, y no hay una sola cultura o pueblo que de una manera u otra no haya creído en la existencia de personas que una vez muertas salen de su tumbas para atacar a los vivos.
Además, se les atribuyen poderes especiales como una fuerza extraordinaria, un sentido del oído y del olfato muy desarrollado, la capacidad de moverse a gran velocidad, volar, ocultar su presencia, someter a sus víctimas a un estado hipnótico e incluso leer la mente.
La palabra “vampiro”, comenzó a ser usada en Europa en el siglo XVIII, y fue incluida por primera vez en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en la 9ª edición de 1843.
Significa a la vez “ser volador”, “beber o chupar” y “lobo”, además de hacer referencia a cierto tipo de murciélagos hematófagos. Aunque cada cultura o cada país denomina a estos seres de manera diferente.
El estudio del vampirismo nos remonta a los tiempos más lejanos, pues la creencia en la supervivencia del alma o el espíritu más allá de la muerte física ha sido un aspecto fundamental de la humanidad durante al menos los últimos cien mil años.
El vampirismo apareció como respuesta a muchos problemas que la antigua ciencia era incapaz de resolver. La gente estaba predispuesta a aceptar una explicación sobrenatural para un hecho extraño. Así, muchas enfermedades desconocidas y epidemias, fueron atribuidas a los vampiros, favoreciendo la creación y el mantenimiento de la leyenda.