Una década de apoyo a las víctimas de violencia machista

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La Red Vecinal de Apoyo a las Víctimas de Maltrato Doméstico de La Rioja cumple este año una década de trabajo en ayuda a las mujeres que sufren violencia machista, a las que su centenar de voluntarios acompaña desde el momento en que denuncian su caso hasta cuando tratan de retomar su vida diaria.

Esta Red surgió en La Rioja como un proyecto pionero, que luego se trasladó a otros lugares de España, con el que la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja se implicó en una labor anónima: la de ofrecer apoyo emocional a mujeres que además de ser maltratadas físicamente ven dañada su autoestima.

El proyecto se desarrolla desde 2002 con el apoyo del Gobierno riojano y junto a la Federación de Asociaciones de Vecinos hay otra entidad “promotora” de esta Red, la Asociación de Mujeres del Medio Rural (AFFAMER), que realiza esta misma labor de apoyo a mujeres en los pueblos riojanos.

En una década se ha implicado en la Red un centenar de voluntarios que han ayudado a medio millar de mujeres víctimas de violencia machista en La Rioja.

Muchas de las mujeres que denuncian maltrato machista comprueban que tras ese primer paso, difícil en sí mismo, llegan otras situaciones complicadas: dónde ir, dónde alojarse, cómo regresar al domicilio a recoger pertenencias, atender a sus hijos y volver a realizar una vida lo más normal posible.

Todo ello resulta más fácil si una persona está al lado de esas mujeres, atiende sus demandas, escucha sus problemas y se convierte en un apoyo durante un proceso duro.

Esa es la base de toda esta Red, que también ha formado grupos de autoayuda para mujeres, donde pequeños grupos de víctimas exponen sus problemas de autoestima y de relaciones personales.

Otro de estos grupos se dedica a promover actividades de ocio para promocionar la autonomía de las mujeres víctimas de violencia machista.

Pero antes de llegar a esos grupos, las mujeres que denuncian su situación reciben de los voluntarios información de los recursos que tienen en La Rioja a su disposición, son acompañadas a las dependencias administrativas, policiales y judiciales.

El consejero de Justicia de La Rioja, Emilio del Río, ha subrayado en declaraciones a EFE la importancia de la labor que desarrolla la Red para conseguir que las víctimas de violencia machista no se sientan solas porque, en su opinión, a quien debe “aislar” la sociedad es al agresor.

Por eso, junto al trabajo que realizan los juzgados y la policía “es fundamental que las víctimas no se vean solas”, considera Del Río, quien, también, ha reseñado la importancia que tiene este acompañamiento para concienciar a las víctimas de que no deben retirar sus denuncias.

Esa labor específica es uno de los factores que ha ayudado a reducir en un uno por ciento, en el último año contabilizada, las denuncias por violencia machista que son retiradas por las víctimas.

El consejero ha incidido en las dos “vertientes” que tiene esta Red Vecinal, ya que en los municipios más grandes de La Rioja los voluntarios pertenecen fundamentalmente a asociaciones de vecinos, pero en los pueblos esa labor está centrada en la asociación de mujeres del medio rural, AFAMMER.

Porque la violencia machista genera en pueblos pequeños situaciones “especialmente difíciles y traumáticas” ya que a veces se trata de “sociedades más cerradas” en las que hablar del maltrato “es más difícil” y “a veces se siente como un estigma, cuando es todo lo contrario”.

Por ello, que sean otras mujeres, voluntarias, quienes acompañan a las víctimas “tiene un especial valor” en los pequeños municipios riojanos, ha dicho.

La labor que realiza la Red tiene “continuidad” desde hace unos meses en otro programa desarrollado por el Gobierno de La Rioja, en colaboración con una veintena de empresas, que ofrecen trabajo a mujeres víctimas de violencia machista, algunas de las cuales han conseguido ya contratos indefinidos.

Así, han conseguido “abrir un nuevo proyecto vital” algo que es “especialmente importante” para las mujeres maltratadas, concluye Del Río.