La empresa Super8, servicios de digitalización, que ha abierto recientemente en Logroño y Madrid, se encarga del proceso íntegro de digitalización de las películas en 8 y super8, para que puedas recuperar los recuerdos de tu familia y la historia de tu institución.
“Por sus características materiales, esas cintas que rodaron nuestros abuelos y padres empiezan a corromperse y, salvo que se digitalicen de forma urgente, se perderá esa memoria, tan valiosa sentimentalmente”, explica uno de los miembros del equipo de Super8, Rubén Gabriel Íñiguez Pérez.
Super8 surge de la colaboración entre FC35, Consultores de cine y Producciones Anafilaxis, empresas riojanas que, a nivel nacional, se dedican a la programación y distribución de cine y a la posproducción audiovisual; y Borja Rodríguez Gimeno, con domicilio en Madrid, experto restaurador y digitalizador de películas de 8 y super8, máster en el programa de Archivo de la Escuela de Cine Elías Querejeta. Super8, servicios de digitalización ya ha comenzado a trabajar con instituciones tan prestigiosa como la Fundación Juan March.
“No solo nos dirigimos a particulares, a ese cine doméstico amateur con alto valor antropológico y sociológico y que está de moda entre cineastas de primera categoría”, ha subrayado Íñiguez Pérez; “sino también a empresas y entidades, sobre todo las que trabajan para el consumidor final (como las bodegas, por poner un ejemplo cercano), que atesoren una rica historia que pueden transmitir a sus clientes a través de las imágenes de sus archivos”.
Una vez que Super8 recibe los rollos, los examina para evaluar su estado de conservación y, en su caso, realizar las reparaciones necesarias. Después, se escanean los fotogramas uno a uno, en resolución 4K, para transformarlos en formato digital de alta calidad.
El equipo de posproducción se ocupa tanto de retocar los planos para mejorar su color, como de elaborar, si el cliente lo solicita, montajes audiovisuales de diferente registro a partir de ese material. Por último, y dentro de un plazo medio que no supera el mes, se devolverán las cintas originales y se entregarán los archivos digitales en un dispositivo de almacenamiento adecuado; por protección de datos, la empresa no almacena el material digitalizado, salvo que el cliente lo autorice de forma expresa y por escrito. Toda la información puede consultarse en su https://digitalizacionsuper8.es.
“Recordar es volver a vivir. Y eso es lo que aspiramos a ofrecer, en última instancia: que las familias y las empresas puedan nutrirse de su memoria para mantener viva su identidad”, ha concluido Íñiguez Pérez.