El Senado va a pagar 330,990,9 euros a 30 senadores que perdieron su escaño en las elecciones generales del pasado 28 de abril que no tienen otro sueldo, pensión o retribución de cualquier tipo. Es una especie de paro para los senadores, que no tienen derecho a esa prestación.
Les corresponde exactamente un mes de su sueldo base (2.981,9 euros) por cada año que han permanecido en el Senado con un límite máximo de 24 mensualidades. La mayoría cobrará por tanto 8.945,7 euros por los tres años que duró la pasada legislatura. El que más cobrará será el socialista José Caballeros que percibirá doce mensualidades por los doce años que ha permanecido en el cargo, es decir, más de 35.700 euros.
En el caso de La Rioja, sólo ha solicitado esta indemnización una senadora, la popular María Teresa Antoñanzas, a la que le corresponde cobrar tres mensualidades por no tener ninguna otra fuente de ingresos, ni pública ni privada.
A esta indemnización se suma otra de 8.820,52 euros que cobraron todos los senadores por el periodo de tiempo de 54 días que permanecen sin retribución entre la disolución de las Cortes y el día de las elecciones.
Además, todos los nuevos senadores que fueron elegidos en las urnas en las últimas elecciones generales están cobrando su sueldo desde el 28 de abril, aunque todavía no ha habido ninguna actividad ya que no se han celebrado sesiones ni se han nombrado las comisiones, de hecho, la Diputación Permanente no se constituirá hasta el próximo 24 de julio.
En el caso de los senadores riojanos, su salario mensual es de 4.901,53 euros, a falta de que esa cifra pueda incrementarse por su participación en alguna de las comisiones o la asunción de otras responsabilidades.