La estrategia de Disney de rehacer sus clásicos animados y convertirlos en remakes de acción real es, para la doctora en Ciencias de la Información y profesora de la UNIR, Lucía Tello, una mezcla de “negocio y nostalgia” que “explotará hasta saturarse el mercado”.
Aladín y El Rey León han llegado a superar los mil millones en taquilla, demostrando que retomar los clásicos supone un “éxito seguro” y “sobre todo, un negocio” por encima, incluso, de las críticas. “En El Rey León las críticas no han sido muy buenas”, ha explicado Tello, “porque éstas se enfocan hacia criterios de calidad y, también, de novedad”.
Pero sí ha sido un éxito en taquilla y, por eso, ha augurado que Disney seguirá usando esta táctica, por lo menos, tres años más. “Se trata tanto de apelar a la nostalgia del espectador como de una fase de pérdida creativa”. Así, ha señalado que, ante la aparición de “muchas plataformas” el cine está “perdiendo público”, por lo que, desde Disney, se va “sobre seguro” con producciones de calidad demostrada.
Retomar una película de dibujos de éxito pero con personajes reales “más que nada es muy lucrativo”, ha dicho recordando cómo ya lo demostró Tim Burton con Alicia en el País de las Maravillas (2010). Se trata, además, ha dicho, de algo cíclico en el mundo audiovisual donde, cada veinte años, hay revisión del pasado, en unas permanentes “oleadas” de recuperación.
¿Cuál será el siguiente paso? Tello augura que habrá una fase dos con la continuación de películas, algo que ya se está haciendo, por ejemplo, con Toy Story; o la próxima Frosen 2.